Al final hay menos datos útiles de los que esperaba. Tras mirarlo todo bien, y encontrar algunas contradicciones y algún dato dudoso, me he quedado sólo con lo que resulta más consistente, fiable y contrastable.
1. Gráfica de Ackley 1981, mostrando con una escala más clara los datos compilados por Kukla et al. 1977:
Esta gráfica de Ackley-Kukla (finales de noviembre, 1967-1976) es la única de la época que intenta construir una serie medianamente larga, lo que presupone un esfuerzo en favor de la consistencia de los datos. Además, es también muy interesante por ser la única que incluye la transición 1972/1973 desde las imágenes visibles a los datos de microondas. Así pues, extraigo los datos de Kukla de la gráfica de Ackley.
Comparo los datos de Kukla 1973-1976 con los
datos diarios de los sensores de microondas ESMR (Cavalieri et al. 2003). Resultando que encajan muy bien con los datos en torno al 25 de noviembre, sin necesidad de ningún ajuste. Construyo una serie homogénea 1973-2015 con los valores diarios del 25 de noviembre con el procedimiento habitual para unir los datos de Cavalieri et al. con los del NSIDC, que supone un muy ligero ajuste al alza de los datos 73-78. Y empalmo los datos de Kukla 1967-1972, aplicando también dicho pequeño ajuste. Tenemos así una serie homogénea 1967-2015 de la extensión de la banquisa antártica a finales de noviembre. De todas formas, conociendo los problemas para calcular con precisión la extensión a partir de las imágenes visibles de los primeros satélites, aplico un amplio margen de error a los datos de Kukla 67-72.
2. Mapas con el borde del hielo derivados de las imágenes visibles de los primeros satélites Nimbus (Gallagher y Garret Campbell, 2013
ftp://n5eil01u.ecs.nsidc.org/SAN/NIMBUS/NmIcEdg2.001/ )
Elijo una fecha que, más o menos, nos permita incluir los 3 años disponibles: 1964, 66 y 69. La fecha es finales de agosto, aunque en alguna zona y año hay que guiarse por algún dato de septiembre.
Calculo la extensión a finales de agosto/principios de septiembre a partir de estos mapas. Coincide bastante bien con estimaciones previas independientes de alguno de esos años (Gallagher et al. 2010, Streten 1973, Predoehl 1966). Aplico un amplio margen de error a los datos. Los empalmo con una serie homogénea de la extensión a 31 de agosto 1973-2015 uniendo los datos de Cavalieri y el NSIDC con el procedimiento habitual.
Este es el resultado (En rojo datos de finales de agosto-principios de septiembre. En azul, datos de finales de noviembre. En gris, la media de los dos valores en los años en los que ambos están disponibles. Desde los 60 hasta 2015/16):
Parece que a principios de los 70 hubo un pico máximo más alto que el reciente en torno a 2010-2014. Pero los valores de finales de los 70, en cambio, son de los más bajos de toda la serie. En los 60 también parecen mezclarse años altos y bajos, con un mínimo hacia mediados de la década.
A pesar de estas oscilaciones, en conjunto, no parece haber una tendencia significativa ni al aumento ni a la disminución de la banquisa antártica a finales de invierno y principios de primavera durante los últimos 50 años.
Saludos