Desde luego, el dato en sí no significa nada de cara al verano y al minimo de septiembre.
Este es el ranking de años con extensiones más bajas en marzo, de menor a mayor: 2015, 2006, 2011, 2007, 2005, 2014, 2004, 2013, 2010, 2009, 2012, 2008.
Y el de extensiones más bajas en septiembre: 2012, 2007, 2011, 2008, 2010, 2014, 2013, 2009, 2005, 2006, 2004.
Siguen caminos distintos.
A fin de cuentas, el dato de marzo depende de mares periféricos como Okhotsk, Bering, Terranova-San Lorenzo, el Báltico... En verano todas estas zonas estarán libres de hielo, y que ahora tengan algo más o menos de hielo no tiene porqué tener especial importancia para determinar lo que ocurra en septiembre en el Océano Ártico.
De cara el verano, me preocuparía más el hecho de que este invierno en casi todo el Océano Ártico las temperaturas han estado claramente por encima de la media, lo que ha podido limitar la ganancia en grosor del hielo, sobre todo del de primer año.
Gráfica con las temperaturas del aire cerca de la superficie entre 70 y 90ºN de diciembre a marzo, 1949-2015, según los reanálisis NCEP/NCAR:
Y el mapa con las anomalías de temperatura del invierno 2015 (fechas y zona de la gráfica):
El invierno pasado en cuanto a temperaturas en el Ártico fue aún peor y en cambio en septiembre, ayudada por unas condiciones meteorológicas relativamente favorables durante el final de la primavera y el verano, la banquisa se comportó bien, en el contexto de los últimos años. No obstante, poco hielo multianual logró sobrevivir al Giro de Beaufort. Y, mientras eso siga ocurriendo, seguirá siendo imposible una recuperación consistente a niveles previos a 2007.
Naturalmente, un factor clave de cara al mínimo serán también las condiciones meteorológicas y de circulación atmosférica que imperen en el Ártico durante la primavera y el verano, lo cual es impredecible.
También hay que tener en cuenta la situación del hielo multianual, de mayor grosor medio, rigidez y resistencia al deshielo. En otoño, su situación era relativamente buena en el contexto post-2007:
Este invierno la exportación de hielo por el estrecho de Fram parece que ha sido algo mayor a la del año pasado, aunque tampoco creo que haya sido algo exagerado. A ver qué dicen los datos que vayan saliendo, pero esperaría una extensión de hielo multianual al final del invierno similar a la del año pasado. Es decir, relativamente bien en el contexto post-2007. (las estimaciones de volumen del modelo PIOMAS, aunque hay que cogerlas con mucha prudencia, también dan datos relativamente buenos en el contexto de los últimos años, y mejores que el año pasado)
Como siempre, muchos factores a tener en cuenta. Veremos.
Saludos