EL SOL SERÍA EL CULPABLE
Una atmósfera artificial del CERN pone en duda la teoría del calentamiento global.
La ciencia ya ha hablado, aseguran Al Gore y los suyos. Pero un estudio publicado en Nature hace temblar la ortodoxia.
El científico danés Henrik Svensmark publicó en 2007 junto a Nigel Calder un libro en el que elaboraba su teoría sobre el mecanismo mediante el cual el Sol habría sido el principal responsable del calentamiento observado durante los últimos años, y no el dióxido de carbono emitido por las actividades humanas, según afirma la teoría ortodoxa. Habían pasado más de diez años desde que la expusiera por primera vez en 1996 junto a su colega Friis-Christensen. Fue rápidamente condenada por el establishment climático. La razón era clara: si los daneses estaban en lo cierto, toda la industria del calentamiento y sus lobbys asociados podría derrumbarse.
Lo que afirma Svensmark es que los rayos cósmicos son los que provocan la formación de nubes. Así, una mayor o menor incidencia de estas partículas subatómicas rey afectarían por tanto a la nubosidad, que es una de los principales moduladores de la temperatura de la Tierra. "Durante los últimos cien años, los rayos cósmicos se han ido reduciendo debido a una inusualmente vigorosa actividad solar. Menos rayos cósmicos implican menos nubes, y un planeta más caliente", asegura. La razón de que lleguen más o menos rayos a la Tierra estaría en la actividad solar. De modo que para el físico danés sería aun de forma indirecta el Sol, y no el CO2, la principal causa del calentamiento producido durante la segunda mitad del siglo XX.
Sin embargo, aunque recibiendo una atención ínfima en comparación con la teoría oficial, y muy poco apoyo por los mismos que rocían de millones a los centros de los climatólogos que estudian la teoría correcta, la duda siempre ha estado ahí. El físico Nigel Calder, uno de los asistentes a la conferencia de 1996, explicó la teoría en otros foros, en uno de los cuales interesó a otro físico que trabajaba en el CERN, Jasper Kilby.
Kilby cometió un error: subestimar los intereses creados en la comunidad científica en torno a la teoría oficial del calentamiento global. De modo que explicó en 1998 a la prensa científica, según afirma Lawrence Solomon en el National Post, que la teoría de los rayos cósmicos podría explicar de la mitad a la totalidad del calentamiento del último siglo. Tras estas declaraciones le llevó una década lograr que la burocracia del CERN aprobara el experimento con el que comprobar la teoría de Svensmark, quien llevó a cabo sus propias pruebas, de menor escala, que parecían confirmar su hipótesis, y las publicó en 2007.
Lo que Kilby ha construido para el proyecto CLOUD es una cámara que alberga aire puro y una selección de otros gases presentes en la atmósfera enchufada a un sincrotrón de protones del CERN que es el responsable de bombardear esa simulación de nuestra atmósfera con partículas subatómicas para ver qué sucede. Y lo que sucede es que se forman los aerosoles a partir de los cuales nacen las nubes, según explica a Physics World.
Sin embargo, el estudio no ha tenido demasiado eco. Entre otras cosas porque los jefes de Kilby no parecían tener mucho interés en que así fuera. En una entrevista al Die Welt, el director general del CERN, Rolf-Dieter Heuer, pidió al equipo responsable de CLOUD que "no interpretara los resultados" dado lo politizado de su campo de trabajo, y que dejaran claro que "la radiación cósmica es sólo uno de los muchos parámetros" implicados. Como explica el físico checo Luboš Motl en su blog, concluir eso ya es interpretar los resultados. Pero es hacerlo, naturalmente, en la dirección que más le interesa al establishment climático. Para variar.
En cualquier caso, las palabras de Heuer sí ayudan a explicar que este experimento por sí solo no demuestra la teoría de Svensmark, aunque le dé un gran espaldarazo. Entre otras cosas, aún queda por averiguar en qué grado es importante el papel de los rayos cósmicos en la subida de las temperaturas. Pero lo tiene.
Daniel Rodríguez Herrera. http://www.libertaddigital.com/ciencia/2011-09-09/una-atmosfera-artificial-del-cern-pone-en-duda-la-teoria-del-calentamiento-global-1276434805/
Meteoutiel ha encontrado esto.
Y yo he encontrado algo demoledor que no sabía. Al parecer el caudal del rio Paraná oscila con la actividad solar, lo que sustenta aun más la teoría de la formación de nubes por rayos cósmicos.
"Hallan que la radiación solar influye en el caudal de los ríos"
"El saldo de la gran inundación del Paraná de 1997 fue atroz: el agua cubrió 180.000 km2 y hubo que evacuar a 125.000 personas y lamentar 25 muertes.
Sin duda, gran parte de las pérdidas se debe a que las crecidas del río son imprevisibles. Pero podrían no serlo: investigadores del Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE) y del Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA) acaban de publicar un estudio que muestra que existe una estrecha correlación entre la radiación solar y el caudal de ese gran curso de agua.
En ciclos de décadas, cuando una aumenta, crece el otro; lo que sugiere que conociendo uno de los factores sería posible anticipar el otro.
?En escala anual, las variaciones del río se vinculan con el fenómeno de El Niño ?explica el astrofísico Pablo Mauas, del IAFE, primer autor del trabajo que se publica en la última edición de Physical Review Letters ?. Pero en la escala intermedia, de un par de décadas, el coeficiente de correlación entre el caudal y la radiación solar es 0,78. La probabilidad de que eso ocurra de pura casualidad es de menos del 0,1%. Lo que se ve es que a más actividad solar, más caudal.? En el estudio también participaron Eduardo Flamenco, hidrólogo del INTA, y Andrea Buccino, del IAFE.
Hace algún tiempo, Mauas se había interesado por estudiar una hipótesis que plantea que el sol tiene una influencia importante en el clima. ?Hasta hay quienes sostienen que el calentamiento global no se debe a los gases de invernadero, sino a un aumento de la actividad del sol ?cuenta?. Aclaro que no estoy de acuerdo: si bien hay algunas señales que lo sugieren, nadie todavía pudo describir un mecanismo convincente.?
Siguiendo esta línea de pensamiento, la actividad solar influiría sobre el caudal de los ríos a través de la formación de nubes. ?La idea es que cuando hay menos actividad solar, hay más rayos cósmicos (porque se reduce el campo magnético interplanetario, que actúa como escudo) y, por lo tanto, más nubes.? Los rayos cósmicos son partículas que actúan como núcleos en torno de los cuales se crean gotitas.
?El problema es que resulta muy difícil trabajar matemáticamente con la lluvia ?dice Mauas?, porque hay muchas variaciones locales. Por eso se me ocurrió que para integrar nubes con un territorio muy grande tenía que buscar un rio con una cuenca extensa. Los ríos son excelentes indicadores climáticos porque integran precipitaciones, infiltraciones y evapotranspiración de grandes áreas.?
Fue en ese momento cuando Flamenco se comunicó con Mauas para proponerle estudiar el Paraná.
Cumplía con las condiciones ideales: es un gran río (el quinto del mundo por su cuenca, que abarca 3.100.000 km2 ). Pero además existen registros diarios de su caudal desde 1904. En cuanto al sol, los científicos se basaron en el número de manchas solares y en reconstrucciones de su irradiación.
?Vimos que el caudal del Paraná creció en las últimas tres décadas alrededor del 20% en promedio con respecto a los primeros 70 años del siglo XX ?precisa Mauas?. Este aumento se registra en particular durante los meses de caudal mínimo, pero permanece más o menos constante el resto del año. Es una tendencia que ya se había notado, pero se atribuía a la deforestación del Amazonas, donde el río tiene sus fuentes. Pero lo mismo se detecta en otros ríos de la región, como el Iguazú, cuya cuenca no sufrió grandes cambios a lo largo del siglo último.?
Analizando estos datos, los investigadores encontraron una relación directa entre la actividad solar, por un lado, y el Paraná, por otro. La describieron en una ecuación, de manera que conociendo la actividad solar se puede calcular el caudal del Paraná.
?No llega a ser predictivo, porque necesito los datos del año ?dice Mauas?. Pero como la actividad solar tiene ciclos que uno conoce, podría anticiparse.? Y concluye: "Este es un primer paso hacia la predicción de las variaciones del caudal del Paraná, lo que permitiría pronosticar las condiciones agrícolas e hidroenergéticas de la zona. Y, en especial, las inundaciones"
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