Entiendo, en mi delirio
, que la protagonista es la piedra, en franjas horizontales, pero quebradas, luego la estabilidad de la imagen no llega a ser plena, bajas y efectivamente ves algunas que se han desprendido, pero a su vez, se recupera la estabilidad pues ellas ya no causan desequilibrio por desprenderse. Si seguimos bajando están algunas soterradas, luego hay unión entre la piedra y la tierra, la madre Tierra. Es como si una fuerza las hubiese elevado, también con maderos, no precisamente por voluntad humana, sino mas bien por intuición, para cuidar, albergar, y su vez, ser cuidado, alimentado. Dos cabras dando la espalda muestran que este rollo no va con ellas. Una tiene delante una valla doble que ella, no puede entrar, con el rabo bajo, la otra desde arriba supervisa con rabo en alto, pero huyen de la libertad, quieren entrar dentro. Una clara y la otra oscura. Repasemos, estabilidad fragmentada, unión separación, libertad sumisión, alegría tristeza arriba abajo, dentro fuera, oscuridad claridad, blanco negro. Todas estas tensiones se prestan en armonía, tampoco hay un gran enfrentamiento, es una armonía disarmónica, dos caras de la misma moneda, una misma realidad pero diversos puntos de vista, entre ellos el mío, chapó por esta foto, me robó buen tiempo por su singularidad.