En mi casa, la típica casa antigua de pueblo de muros amplios, el contraste térmico es brutal entre invierno y verano. Durante el estío, al no tener aire acondicionado, he llegado a rebasar durante algunas noches los 24º, por contra, durante el invierno puedes dormir perfectamente a 13º-14º estando la chubesqui encendida a todo trapo. En cuanto te vas unos días, a la vuelta te puedes encontrar unos "agradables" 8ºc-9ºc en pleno salón de tu casa.
En Sevilla es otro cantar. Cuando estoy por la ciudad Hispalense resido en el típico piso reciente donde con un brasero para las noches de diciembre, enero y febrero vas que chutas, es raro ver el termómetro dentro de la casa a menos de 17ºc en los días más fríos, puesto que encima el piso está orientado al sur.
En mi casa actual duermo en torno a los 14 ºC, pero en una casa que viví hace años llegué a dormir a unos 10-11 ºC, ahí es ná, ""me llevo bien en general con el frío"", de ahí que no soporto durante mucho tiempo la calefacción puesta, y no llevo bien los sitios con el calor puesto "a todo trapo", eso no es nada sana, como el AA puesto a tope en verano.
En el trabajo hay un compañero que es friolero hasta decir basta, así que se pone la calefacción desde las 9 de la mañana hasta las 12:00 más o menos, lo cual siendo Sevilla y el otoño tan atemperado que llevamos...al menos él está en otra habitación del estudio y puedo tener la ventana abierta de par en par, y por supuesto en mangas de camisa.
Pd: Se queda con la bufanda puesta durante toda la jornada laboral.