Yo tambien me acuerdo mucho de aquel hombre que nos enseñó a amar y respetar la naturaleza.
Hijo de un notario, nació en el pueblo burgalés de Poza de la Sal em 1.928. Se esperaba que siguiese la tradición familiar como abogado, pero optó por la medicina. Lo que no imaginaban era que la vida salvaje iba a acabar por imponerse en su carrera. Cuando tenía 15 años, su familia se trasladó a vivir a Briviesca (Burgos) y allí comenzó definitivamente el idilio de Félix con la Naturaleza. Para su familia el joven era un tanto raro pues se pasaba muchas horas del dia en el monte buscando y observando pájaros. Creo la primera estación de cetrería en España y por aquel entonces ya escribe sobre este tema. Empieza así una larga y constante lucha por la conservación de nuestro patrimonio natural. A pesar de que muchos intentan quitar importancia a su labor, argumentando que el campo de la divulgación estaba virgen en España, los inicios de Félix estuvieron sembrados de barreras que para la mayoria habrían sido hoy incluso infranqueables. La mayor parte de los españoles apenas sabían nada de su fauna y flora salco que lo que era comestible había que cazarlo o pescarlo y lo que no, resultaba inútil y despreciable.
Su primera reivindicación fué el halcón. Gracias a él consiguió su primera portada en un periódico del ABC, al ganar las jornadas internacionales de cetrería de 1.964. Ese premio lo llevaría por primera vez a un plató de televisión en un programa presentado por José Luis Uribarri. Desde su primera aparizción en la pequeña pantalla, el público quedó atrapado por sus palabras. Las llamadas y cartas a TVE se multiplicaron; tanto que la directiva decidió darle diez minutos en cada programa para hablar de lo que le pareciese oportuno. Y Félix comenzó a hablar del tesoro natural de España y de la necesidad de cuidarlo.
Las series Fauna, Planeta Azul y sobre todo El Hombre y la Tierra consiguieron lo que parecía imposible. La gente dejó de ver la naturaleza como algo lejano, distante y amenazador y se acercó hasta los montes, bosques y humedales buscando a los protagonistas de los capítulos de Félix. Así, muchas de nuestras especies más emblemáticas y amenazadas pasaron de ser enemigos del hombre a convertirse en tesoros de un patrimonio por cuya conservación merecía la pena luchar.
Con la serie de El Hombre y la Tierra, estrenada en 1.974, nuestra fauna adquirió realismo y personalidad y el mayor de los logros se había conseguido: La gente empezaba a disfrutar de la naturaleza y empezaba también a quererla. Y de forma inevitable muchos empezamos también a intentar protegerla.
Desgraciadamente un accidente aéreo mientras rodaba el Iditarod, la famosa carrera de trineos tirados por perros en Achorage (Alaska) truncó para siempre una vida decidaca a la conservación y al amor por la naturaleza.
Hace muchos años, en mi etapa de Scout, tuve la oportunidad de asistir a la inauguración de un monumento dedicado a Félix Rodríguez de la Fuente en las proximidades del Palacio de la Magdalena, en Santander, y de cuyo recuerdo siempre se ha mantenido vivo en mi cabeza.
Que sirva este texto para recordar la trayectoria de un hombre apasionado por la naturaleza, que nos enseño a descubrirla y a descubrir tambien todos sus secretos.
Descansa en Paz, Félix.