Se ha hablado muy poco de la deforestación de la inmensa cuenca del Amazonas para diversos fines económicos como la soja (no solo para alimetar animales sino tambíen para biodiesel), o el ganado (en pocos años se ha duplicado las reses ganaderas de Brasil a costa de comerle terreno a la selva), más los inmensos aportes de CO2 a la atmósfera por la quema del bosque virgen, si antes la cosa iba mal, desde que se privatizó el país entero han metido sus garras las carroñeras multinacionales en busca de beneficios, pongo un texto bastante elocuente:
"Salven al Amazonas. La deforestación amenaza al pulmón del planeta.
Las noticias de su lenta agonía nos llegan claramente sin embargo pocos hacen algo para evitarla. Es la deforestación del Amazonas.
El robo de madera nativa, la explotación ganadera, el renovado interés por la búsqueda de oro y la expansión del cultivo de soja escriben a diario la sentencia de muerte del gran pulmón verde del planeta.
En los últimos 35 años la mano del hombre le arrebató al Amazonas 550.000 km2 de selva. El bioma concentra el 10% de los mamíferos del mundo y el 15% de las especies conocidas. La densidad y variedad es tal que puede albergar hasta 300 árboles en una sola hectárea.
Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana y Surinam se reparten los 7 millones de Km2 de un Amazonas que según la organización Greenpeace pierde 3 Km2 de selva por hora.
El ministerio de medio ambiente del Brasil certificó una tasa de desmonte de 18.165 Km2 en el período 2000-2001, 23.143 Km2 entre el período 2001-2002, 24.597 Km2 en el lapso 2002-2003 y otros 26.130 Km2 en el período 2003-2004. Los datos oficiales muestran una baja en los índices de deforestación ubicando la superficie arrasada entre 2004-2005 en 18.800 Km2 y 13.100 Km2 según la medición del período 2005-2006.
Esta evolución de los indicadores le reporto a la ministra brasileña María Silva el premio “Campeones de la tierra 2007” otorgado por el programa de Naciones Unidas para el medio ambiente.
Greenpeace, sin embargo, es menos optimista. En su último informe denuncia que en el período 2003-2003 fueron destruidos 70.000 Km2 de flora.
En cualquier caso la tala aún no se detuvo mas allá de la magnitud que quede asentada en los registros.
La expansión del complejo somero como la principal causa de destrucción de la selva durante los últimos años.
Las multinacionales Cargill, Bunge y ADM impulsan los cultivos aportando financiamiento, comprando la producción e invirtiendo en infraestructura. Entre las tres empresas suman se silos. Mientras que Cargill construyó su propio puerto cerealero en el río Topatos en Santa Aren, Brasil, al grupo se agrega la compañía brasileña Andrés Maggi que tiene su base de operaciones en el estado de Matto Grosso donde se produce el 90% de la soja del Amazonas.
El avance de los desmontes va de la mano con la expulsión de las comunidades originarias y el trabajo esclavo.
También acarrea nuevas deforestaciones ya que las tierras se vuelven improductivas en poco tiempo por acción de los cultivos con semillas transgénicas.
Otro de los factores de riesgo es la contaminación de los ríos por el uso de agro tóxicos. La tala del Amazonas tiene serios efectos sobre el cambio climático y su situación forma parte del último informe presentado en París en el reciente 4º Panel Gubernamental de Expertos en Cambio Climático de las Naciones Unidas. La selva libera a la atmósfera 7 millones de toneladas de agua por año produciendo vapor que refrigera el aire y mantiene el clima húmedo y lluvioso.
Por el contrario su destrucción anticipa cambios en los ciclos pluviales y una tendencia a la desertización de varias zonas del planeta.
Comenta Pedro Brieguer: La soja es un producto a corto plazo y acá lo que estamos planteando con la deforestación es justamente la falta de un pensamiento estratégico estructural a muy largo plazo. Y cuando hablamos de largo plazo no estamos hablando de solamente 5, 10 años hay que pensar en la humanidad hay que pensar de 50 a 100 años y a 500 años pero como las ganancias es lo que por lo general rige todo entonces lo que se busca es la ganancia a corto plazo y la soja en ese sentido es el arquetipo de esto porque se consiguen ganancias a muy corto plazo. Se planta la soja y está el rendimiento. Mucho mejor que dedicarse a productos sin elementos químicos tóxicos que hay que investigar mucho y hay que hacer un marketing totalmente diferente por mas que sean mas sanos. No hay una ganancia directa.
Por cada árbol que se tala al derribarse derriba por su propio peso a otros 40 dicen los expertos.
En la Amazona hay 3.000 empresas que están talando árboles. Esto se da todos los días y siempre se dan estas cifras gigantescas de tamaños de miles de hectáreas o de Km2 que representan al tamaño de varios países por eso se habla siempre que va desapareciendo una Bélgica del mapa o alguna de nuestras provincias pensando en la Argentina.
Por lo general esto también viene acompañado de la plantación de árboles pero de otros. Por ejemplo de eucaliptos que suelen tener un efecto negativo sobre el medio ambiente y que básicamente se usa para celulosa. Celulosa que por lo general se exporta hacia el norte. Por lo tanto acá hay varios problemas: deforestación de un lugar que es fundamental para la vida de la gente como es la Amazona, está la cuestión de la alimentación, la ganancia a corto plazo y la falta de un pensamiento estratégico a muy largo plazo como si nuestra vida y la de nuestros hijos y la de nuestros nietos no contaran."
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