Dos incendios intencionados amenazan con arrasar Muniellos y Fuentes del Narcea
El Principado decreta la máxima alerta en todos sus espacios protegidos tras recobrar virulencia los frentes abiertos en la reserva y la aparición de dos fuegos en Redes
Cerca de un centenar de efectivos de los equipos de extinción de incendios luchaban anoche de forma desesperada contra el fuego en la reserva natural de Muniellos y en el parque natural de Fuentes del Narcea. «Nos es muy difícil controlarlo. Lo intentamos apagar y se reproduce. Tenemos que centrar todo nuestro esfuerzo en evitar que alcance el centro de Muniellos», aseguraba Oscar Rodríguez, responsable de Bomberos de Asturias en el Suroccidente. Las autoridades regionales consideran que los dos incendios fueron intencionados. El Principado ha decretado la máxima alerta en todos sus espacios protegidos tras la aparición de otros dos fuegos ayer en Redes.
Larón, (Cangas del Narcea),
Alejandro ÁLVAREZ
Dos incendios intencionados en La Viliella, en el interior de la reserva natural de Muniellos, y en Rañadoiro, en el parque natural de Fuentes del Narcea, amenazan con arrasar una de los principales zonas verdes de la región. Al cierre de esta edición, cerca de un centenar de efectivos antiincendios del Principado con ayuda de un hidroavión y un helicóptero del Ministerio de Medio Ambiente luchaban desesperadamente contra el fuego en La Viliella, en un intento de evitar que las llamas, que habían recobrado una especial virulencia, continuasen su avance por las zonas más preciadas de la reserva natural.
Las autoridades regionales consideran que los dos fuegos fueron provocados de forma intencionada, ya que se iniciaron con muy escaso plazo de tiempo y en lugares muy cercanos, en la tarde del sábado y en la mañana del domingo.
El Principado ha decretado la máxima alerta en todos sus espacios protegidos tras recobrar virulencia los frentes abiertos en Muniellos y la aparición de dos fuegos en Redes, aunque en este caso parecen fortuitos y anoche estaban controlados.
El sofocante calor, las rachas de viento y lo abrupto del terreno están dificultando mucho las labores de extinción, como señalaba ayer Francisco de Asís, director general de Seguridad Pública del Principado y encargado de dirigir el operativo de extinción desde Larón (Cangas del Narcea), donde desde el pasado domingo está instalada la base logística en contra del incendio. Oscar Rodríguez, responsable de Bomberos de Asturias en el Suroccidente, se mostraba a última hora de la tarde de ayer bastante preocupado por el avance de uno de los focos que amenazan la reserva de Muniellos. «Nos es muy difícil controlarlo. Lo intentamos apagar y se reproduce. Tenemos que centrar todo nuestro esfuerzo en evitar que alcance el centro de Muniellos», señaló.
El incendio se originó en la noche del pasado sábado en la cordillera del Rañadoiro. Inmediatamente, efectivos de Bomberos de Asturias acudieron para sofocar las llamas, que a primera hora de la mañana del domingo quedaban bajo el control de los Bomberos y prácticamente extinguidas. En ese momento, según señaló Asís, Bomberos recibe un nuevo aviso de que otro incendio, éste en La Viliella, en la reserva natural de Muniellos, avanzaba a gran velocidad.
Los equipos de extinción abandonaron parcialmente el área del Rañadoiro y se desplazaron a la nueva zona afectada, donde, en vez de un foco de fuego como creían, se encontraron varios avanzando a gran velocidad en la reserva de Muniellos, devastando a su paso varios bosques de robledal. Debido a la magnitud del incendio, a última hora de la tarde del domingo a los Bomberos se unen en las labores de extinción diferentes patrullas de empresas forestales de la comarca y cinco helicópteros, que enseguida se vieron obligados a abandonar el área al caer la noche. Lo abrupto del terreno dificulta mucho el vuelo nocturno.
Pero lo peor, según Asís, aún estaba por llegar. A la una y media de la madrugada del domingo, el retén que había quedado custodiando el foco del Rañadoiro, extinguido en su práctica totalidad, avisó a la base de operaciones de que el fuego se estaba reproduciendo de nuevo, avanzando hacia el alto del Rañadoiro a gran velocidad. La base de operaciones, viéndose desbordada, decidió en ese momento activar el Plan de Emergencia Forestal (INFOPA) en nivel 1. Es decir, que el director general de Seguridad Pública, Francisco Asís, se hace con el mando de toda la operación indistintamente de la Administración de la que dependa cada operativo.
Con el amanecer, dos helicópteros de La Morgal, uno de Tineo y los dos que permanecen en el helipuerto de Ibias, retomaron las labores de extinción. No obstante, Asís decidió solicitar a la Administración central el envío de un helicóptero Kamov, con capacidad para 5.000 litros de agua.
Más de 80 personas están colaborando en la extinción directa del incendio, que está resultando muy dificultosa debido a lo abrupto del terreno, que obliga a los helicópteros a realizar sus descargas a demasiada altura, disminuyendo así su efectividad.
Este incendio es el más importante que se recuerda en el Suroccidente. Si bien en cantidad de monte arrasado no es de los mayores, en calidad de flora afectada sí lo es, debido principalmente a la zona de La Viliella, donde se encuentran numerosos bosques de roble que han ardido. En total, el incendio ha arrasado cerca de doscientas hectáreas, la mitad en el Rañadoiro. De estas doscientas hectáreas, se estima que la mitad han sido de arboleda, concretamente robledales, y la otra mitad matorral bajo y medio.
Lástima que los que los provocan no se quemaran también