Estas nubes reciben tal denominación debido a las protuberancias en forma de torretas que sobresalen de su cuerpo principal y recuerdan las almenas de los castillos.
Aunque no se trata de una formación espectacular, su observación y anotación es importante por que indica que hay inestabilidad en las capas superiores y pueden ser el inicio del desarrollo posterior de una tormenta ése mismo día.
Los altocúmulos castellanus normalmente se producen cuando una capa de aire frio se desliza sobre una zona de altocúmulos y crea inestabilidad. Burbujas de aire localizadas empiezan a ascender y sobresalen del cuerpo de la nube. La condensación posterior de estas bolsas de aire ascendente crean las "almenas" de los altocúmulos.
Cualquier convección posterior procedente del suelo se verá potenciada por la inestabilidad a nivel medio. Los cúmulos que puedan llegar a formarse en ésa zona, tienen por tanto más posibilidades de acabar convirtiéndose en cumulonimbos.
Por esta razón los observadores de meteorología siempre están atentos a la aparición de altocúmulos castellanus. Si varios observadores han advertido del desarrollo de estas nubes hacia el mediodía, existen muchas posibilidades de actividad tormentosa por la tarde, cuando el suelo se haya calentado aún más.
Como la formación de los altocúmulos castellanus implica corrientes de aire verticales, los pilotos pueden preveer trubulencias ligeras o moderadas al pasar a través a través de estas nubes, pero no suponen ningún peligro para la seguridad del avión.
Categoría: Altocúmulos castellanus
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