Hay muchos ciclistas aficionados, que tiran todo los envoltorios que llevan en la cuneta o la carretera, desde latas de bebida, envases de papel aluminio, tubulares, etc.
Tampoco es muy raro ver, como se arroja desde la ventanilla de un coche en marcha, el pañal usado de un bebe, sino paran en los arcenes y lo dejan allí, al mismo tiempo que limpian de colillas el cenicero, o, la cajetilla vacía del tabaco.
Esta tarde, me he dado una vuelta por algunos de los refugios de montaña, hace poco que se repararon y ahora ya están otra vez todos llenos de pintadas, basura de todo tipo acumulada en sus portales y el mobiliario que poseen, destrozado. ¿Que daño les pueden hacer, las ventanas, con sus cristales y contraventanas, que no llegan ha durar nuevas más que unos pocos meses? por no decir la puertas y marcos de estas, que incluso poniéndolas de hierro, para que no sirvan de combustible en la chimenea, dedican su tiempo ha arrancarlos desencajarlos. En fin, que como vengo diciendo, batalla perdida, con uno que venga y la lié, estamos listos.