Vivir en Nueva York es flipante. Ayes tuvimos una temperatura máxima de 88 grados Farenheit, o que es lo mismo, 31.1 grados centígrados. Hoy, ante el asombro de toda la parroquia, no vamos a llegar ni a los 45 grados farenheit, o lo que es lo mismo, 5.5 grados centígrados. Un cambio de temperatura de 25.6 grados en 8 horas!!! Bestial!!!
Deica.