¡VIVA EL CALOR!
Aprovechando el opresivo calor que está haciendo en Madrid y las alertas que AEMET tenía para nuestra zona, no se me ocurre otra cosa que salir antes de ayer a explorar la madrileña Casa de Campo a las 13:00.
Mi objetivo era doble:
-Pillar el mediodía solar (sobre las 14:13 por aquí), cuando apenas hay sombras y el sol luce como una bestia ígnea casi en el cénit.
-Pillar el momento de más temperatura, para desafiar a los elementos. Calculo que andaríamos por los 38º de máxima).
Y es que siempre va la gente a este parque (CINCO veces más grande que el Central Park de Nueva York) cuando reverdece en otoño, o en primavera con las florecitas.
Pues no: HAY QUE DESAFIAR AL CLIMA MEDITERRÁNEO CUANDO MUESTRA SU MAYOR RIGOR Y DUREZA, EN PLENA CANÍCULA.
El que se aburre en verano en Madrid es porque quiere...
.. así que me voy de safari achicharrante... CON DOS COJONES.
(Por si alguno me llama inconsciente, decir que en todo momento llevé gorra, camiseta blanca, tres litros de agua, crema solar y me empapaba literalmente en las numerosas fuentes del parque).
Ésta es la entrada a la Casa de Campo desde la carretera de Boadilla del Monte, en uno de mis barrios del SO de Madrid (Campamento):
Las chicharras cantaban como bestias...
Puente del Zarzón, sobre el Arrollo Meaques, tributario del Manzanares por la derecha:
Este invierno pienso venir a hacer fotos del estanque helado.
Soy tan imbécil que en las numerosas nevadas que hemos tenido no se me ha ocurrido venir aquí NI UN SOLO DÍA:
Uno de los numerosos pinares antrópicos:
Siempre rumbo al NE...
Los aledaños del zoo:
Robles. Y no son plantados, para que veáis lo que aguanta este árbol la sequía (claro que el arrollo no anda muy lejos):
Encinares adehesados, restos del bosque primigenio que antaño cubrió estas lomas, me dan amparo en mi cruzada personal frenta a esta sucursal sahariana en que se ha convertido Madrid:
Solo faltan los leones y las jirafas:
Tomo este camino paralelo a la carretera que sube a las cumbres casacampestres... rumbo al cerro del Teleférico, hacia el norte ahora:
Al fondo, hacia el sur, se ve el Parque de Atracciones:
Hacia el norte, se distingue la torre de vigilancia contraincendios del Cerro Garabitas, el techo de la Casa de Campo. Detrás estaría la Sierra de Guadarrama:
Ya estoy en la arista cimera, otra vez rumbo al este...
Ya estoy en el Teleférico:
Un bonito arce (plantado):
Hacia el este, Madrid:
Hacia el SE:
Detalle al SE de los recintos feriales:
De izqda. a dcha., la Torre de Madrid, el Edificio de España (ambos en la Plaza de España) y las torres gemelas de la Plaza de Colón. Todas ellas de más de 100 m de altura:
Torre Europa, la Torre Picasso (157 m), el edificio del BBVA y, en primer plano, el Cuartel General del Aire:
Las nuevas torres, de hasta 250 m, lo más alto que hay en Madrid:
Frustracúmulos:
Mis compañeros de almuerzo en el Teleférico:
El Parque de Atracciones y, al fondo, el enorme Hospitar Militar Gómez Ulla:
¡Hala! ¡A montar en el teleférico!
En el horizonte, entre la calima, se distingue a duras penas una cementera enorme (o lo que sea), hacia el S ó SSO:
El Cerro Garabitas en primer plano y el fondo la sierra, con Siete Picos a la dcha. (2138 m) y, a su izqda., Montón de Trigo (2154 m) y la Mujer Muerta (2196 m), la Peña del Águila (2009 m), y la Peñota (1944 m):
A la dcha. asoma la Maliciosa, de 2227 m, con huellas del glaciarismo:
Se ve el chorro de agua del Lago entre los árboles:
Cuerda Larga al fondo:
El Palacio Real por ahí anda...
La circunvalación M-30:
Siete Picos en el centro y, debajo, el Puente de los Franceses, la
Siberia de Madrid:
El río Manzanares, subafluente del Tajo:
La Estación de Príncipe Pío, la antigua Estación del Norte que construyeron los franceses. Y el Palacio Real, claro:
Los jardines de La Rosaleda:
Ya en
tierra , el Parque del oeste:
Volvemos a la Casa de Campo en el teleférico... (5'20 euracos ida y vuelta).
Otro frustracúmulo a la derecha:
De izq. a dcha., la Maliciosa (2227 m), el Alto de las Guarramillas (2260 m, justo detrás; apenas se ve), el Cerro de Valdemartín (2278 m; detrás está Valdesquí) y las Cabezas de Hierro (2383 m).
En agosto del 96, aún se veían neveros, y otros años en julio quedaba alguno que otro:
La Ermita de S. Antonio de la Florida:
Cuerda Larga, con el Cº de Valdemartín, Cabezas de Hierro y, a la derecha, la Pedriza de Manzanares, importantísimo batolito granítico y escuela de escalada:
Ya en
tierra, el Cerro de los Locos.
Desde aquí vi una vez una buena tormenta:
Ahí asoma el chorro de agua...
Arizónica o ciprés. De las primeras hay un montón plantadas en el parque:
Cuerda Larga y la Pedriza:
La Pedriza en el centro.
A su derecha estaría Miraflores de la Sierra:
Cedros:
Por fin, el Lago, que se desbordó el 24 de junio de 1995, cuando hubo que suspender la final de la Copa del Rey:
Parece que éste es el sector en el que patinaban sobre hielo a principios de siglo los reyes.
Muchos inviernos he visto el lago parcial o en su mayor parte helado, sin ola de frío, solo con rachas buenas de heladas:
Doy la vuelta al lago en sentido anticiclónico
:
Creo que es un tilo enorme:
Vuelta a casa por el Paseo de los Plátanos:
El Pinar de Siete Hermanas, al pie del Teleférico:
Fresnos:
Roble:
Olmeda:
Tartaruga:
FIN.Prometo ir este invierno cuando caigan buenas escarchas o si nieva en condiciones. Y en otoño, por supuesto.