Para poner el asunto en su contexto creo que puede ser interesante un estudio cronológico de los sedimentos de las Tablas de Daimiel (submeseta sur), cuya referencia pongo abajo, en el que se muestra una sucesión de períodos climáticos peninsulares en los últimos milenios.
En la sucesión completa aparece primero una época fría y árida, antes de Cristo, sin apenas árboles, con pólenes sobre todo de hierbas, con bajo contenido sedimentario de carbono y de nitrógeno.
Luego viene una época romana, cálida y húmeda, entre el 150 antes de Cristo y el 270 A.D. con incremento de las encinas, y disminución de la suma de pinos y artemisas.
Le siguen los siglos oscuros, más fríos y más áridos, de la Alta Edad Media, entre el 270 y el 950 A.D.Luego hay un período de transición hacia un clima mejor, más húmedo, con más agua en el humedal, pero en el que parece detectarse la influencia árabe, que introdujo el regadío y la ganadería, talando árboles en beneficio de los pastos. Llega así la época mejor, entre el 1040 y el 1400 A.D., denominada antes "Optimo Climático Medieval", por ser más calurosa y húmeda. Se produce entonces un notable incremento de las encinas y una dehesa semejante a la actual ocupa el paisaje.
A partir del 1400 A.D. el clima de nuevo se deteriora y se hace más árido y más frío. Comienza la Pequeña Edad de Hielo ...
Existen otros muchos estudios sobre la variación climática en la Edad Media, algunos de los cuales se refieren a la Península Ibérica, y cuyos resúmenes aparecen en la web
http://www.co2science.org/ref.: Mª José Gil García et al., 2007, Late holocene environments in Las Tablas de Daimiel (south central Iberian peninsula, Spain), Vegetation History and Archaeobotany, 16: 241-250