Todo parece más un problema de política de ventas, como que la gente compra guiándose por el tiempo, y los comercios siguen de forma rígida las temporas primavera, verano, invierno, con sus rebajas, y ya sabemos el tiempo siempre es caprichoso, y la gente cada vez tiene más sentido práctico. Pero también puede ser una excusa para justificar una pérdida de mercado, como decía Cumulus Húmilis. Esto ya es una cuestión entre sociológica, climática, y de economía doméstica. Muchas variables, muy complejo.