Climatología de Alta Montaña

FRENTEFRIO

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Climatología de Alta Montaña
« en: Lunes 29 Marzo 2004 19:52:15 pm »
En los accidentes que se producen practicando deportes de alta montaña (escalada, ski, marcha, acampada, etc) hay dos grupos totalmente diferenciados de personas. En el primero figuran los montañeros, que siendo conocedores del riesgo que comporta el deporte que practican, y en muchas ocasiones con el añadido del "mal tiempo", saben actuar. A veces de forma dinámica, luchando contra los agentes atmosféricos y otras actuando pasivamente, es decir, buscando alguna protección (refugios, cuevas de nieve, abrigos naturales, etc), hasta que les sea posible volver a actuar.
El segundo grupo, con mayor riesgo de accidentes, es el constituido por personas que conocen muy poco la montaña y que no se hacen acompañar de guías o monitores. En este segundo grupo hay que incluir a los "expertos" que con sus amplios "conocimientos" no necesitan ni acompañantes ni consejos.
Si se trata de analizar la relación entre los deportes de montaña y la meteorología hay que partir del siguiente hecho:
El montañero debe contar al menos con el mal tiempo como un factor importante en sus actividades deportivas.
Es evidente que los fenómenos calificados como adversos, lo son también para la montaña. Hay algunos que pueden ser extremadamente peligrosos en media y alta montaña.
Entre los primeros destacan las tormentas y los vientos fuertes y entre los segundos la ventisca, el agua subfundida y los aludes de nieve.
En cuanto al viento, ya sabemos que su velocidad aumenta con la altura, por tanto es un elemento peligroso muy a tener en cuenta en las cumbres cuando ya lo es en niveles bajos y medios.
Respecto a las tormentas, es por naturaleza un factor meteorológico violento siempre, y más aún en la montaña. En sus proximidades el viento es fuerte y racheado, las lluvias o granizadas también son muy copiosas y la nubosidad muy variable con intervalos de visibilidad muy reducida. Por otra parte las descargas eléctricas son también muy peligrosas y saber protegerse de ellas es muy importante. Se da un riesgo añadido en las tormentas, riesgo "que no se ve" y que en algunas personas puede ser muy peligroso. Son las variaciones del campo eléctrico que se producen en los núcleos de tormenta y áreas próximas. En general dan lugar en los seres vivos a reacciones muy diversas: excitación nerviosa, reflejos rápidos, a veces no controlados, pérdida de serenidad y aplomo, todo ello en contra de cómo se debe actuar en estos casos.
La ventisca se define como partículas sólidas de nieve o hielo que el viento fuerte levanta del suelo. Su trayectcoria es mas bien de tendencia horizontal y como el viento es fuerte o muy fuerte, y si la temperatura es inferior a 0ºC estas partículas de nieve o hielo, quedan adheridas al cuerpo dando lugar a dificultad en los movimientos y mala visibilidad.
El agua en subfusión es originado por gotas de agua que a temperaturas inferiores a 0ºC permanecen en estado líquido, por estar la atmósfera en calma y no existir núcleos de condensación. En estas condiciones, al chocar contra un cuerpo pasan al estado sólido con gran rapidez, produciendo en la superficie de las personas un engelamiento brusco y fuerte. En alta montaña este fenómeno puede producirse con niebla, siendo aún mucho más peligroso.
Los aludes son una variable de muy alto riesgo que suele ser avisada por observatorios de montaña, albergues, estaciones de invierno y gran cantidad de personas conocedores de él.Se sabe que para que exista el corrimiento de nieve o hielo hacia cotas inferiores es preciso que la temperatura en estas cotas bajas sea relativamenter alta y al pasar al estado líquido, la nieve o el hielo, permite que se desplacen masas sólidas, a veces, con gran intensidad.
Y otro factor, que por ser nombrado el último no deja de tener su importancia, es la niebla. Muchas veces se forma a raíz de nubes de estancamiento;este tipo es ya de por sí importante y un factor a tener en cuenta. El otro tipo de niebla que puede presentarse en la montaña, de una forma más súbita, es la niebla de advección, que cubre grandes extensiones de terreno en apenas unas decenas de minutos. La otra forma de niebla, menos comprometida para los deportes de montaña, son las de radiación, formadas generalmente en los valles y cotas inferiores, que en las primeras horas de la mañana tienden a elevarse y deshacerse forzadas por el calentamiento de la tierra debido a los rayos del sol.