Hace unos días hablábamos acerca de la relación entre el aumento de temperaturas y la disminución de la banquisa. En esta gráfica se muestran las medias mensuales de extensión de la banquisa (línea azul, invertida con los mínimos hacia arriba) para el período 1979-2006 junto a la temperatura 60-90ºN en verano del mismo período:
Hay una obvia correlación, aunque esta no es, ni mucho menos, perfecta. Otros factores también tienen mucho que decir.
Por ejemplo, según Vieslaw Maslowski (no es sospechoso de anticalentamiento global, es el que ha pronosticado un ártico libre de hielo en verano para 2013) el forzamiento atmosférico (temperatura, vientos, radiación solar) sólo explicaría un 50% de la variabilidad en la extensión de la banquisa ártica en verano. El resto de esta variabilidad se explicaría fundamentalmente por el forzamiento oceánico. (y en él, concretamente en el flujo de agua pacífica, es en lo que se ha basado para su pronóstico).
Pero ahora voy a referirme a los patrones de circulación
atmosférica y, sobre todo, en sus efectos en la deriva, movimiento y composición del hielo:
Según Ignatius Rigor, la fase de AO+ de los 80 y 90 (que favorece la expulsión de hielo por el estrecho de Fram) habría provocado drásticos cambios en la composición del hielo ártico, pues la mayor parte del hielo multianual, más grueso y firme, habría abandonado el Océano Ártico, dejando en su lugar hielo de formación anual, de mucho menor espesor y más débil. Desde entonces, la AO ha abandonado la fase positiva y ha retornado a valores más neutros o incluso negativos. ¿Por qué entonces la banquisa ártica no se ha recuperado? Ciñéndonos a la circulación atmosférica, James Maslanik ha identificado tres patrones recurrentes de circulación atmosférica en el Ártico. Los muestra esta imagen. Las flechas amarillas indican la dirección general del transporte de hielo asociado a cada uno de ellos:
Los tres se encontraban en fase durante el período de fuerte AO+ de 1989-1995, propiciando la expulsión de hielo. El primero de ellos ha perdido frecuencia desde entonces, pero el segundo y tercero han seguido operando contra la banquisa en la actual fase de AO más neutra. Particularmente el tercero de ellos, cuya recreación exacta hemos podido ver insistentemente este verano: altas presiones al norte de Alaska y Canadá y bajas sobre Siberia Oriental, intensificando el carril central de desalojo de hielo hacia el estrecho de Fram: la Deriva Transpolar (y también el flujo de agua pacífica. Este sería el patrón de circulación que favorece la intensificación de las avenidas de agua pacífica en lo que llevamos de siglo XXI)
Estos tres patrones de Maslanik definen mejor lo que le pasa al hielo que la simple diferenciación AO+/AO- que se estilaba hasta ahora, por las diferentes situaciones que puede haber dentro de uno mismo de estos dos patrones, demasiado generales.
Ejemplo de la influencia del régimen de vientos y de la deriva del hielo en la variabilidad de los mínimos estivales de la banquisa ártica y en el record de este año.
http://ccar.colorado.edu/~drobot/2006GL028269.pdfhttp://ao.atmos.colostate.edu/other_papers/2007GL029897.pdf