Al final las temperaturas en este episodio no han llegado a los valores pronosticados, en algunos casos con una diferencia apreciable. En Madrid, las máximas se quedaron en 31,9º el viernes y 32,6º el sábado, algo lejos de los 36 y 37º previstos, respectivamente. Ocurre con relativa frecuencia en los episodios cálidos: suelen inflar las máximas en la capital. Quizá no tienen en cuenta lo suficiente el efecto de la calima o la nubosidad y creo que es algo a mejorar, pues sin ser un gran entendido en la materia, se puede deducir, o al menos intuir, que las máximas se suelen quedar un poco cortas en estas situaciones.