Uno de los problemas que veo yo, más que un desdibujado puntual de la corr¡ente es que una vez los extremos de los bucles vuelven a tocarse, la corriente reanuda un cierto ritmo, pérdiéndolo, sin embargo muy rápidamente; es decir, la corriente una vez reconecta los extremos de los bucles que forman los serpenteos ( comportamiento absolutamente normal ) aumenta algo su velocidad de forma más o menos lineal pero en poco tiempo vuelve a serpentear y a desdibujarse. Este es el comportamiento esperado si hay un cierto tapón y la corriente debe abrirse paso hacia otros sitios, venciendo la natural resisténcia. Por un lado la corriente "empuja" pero por el otro se ve frenada. En Septiembre es cuando se produce el mínimo de hielo y cuando todavía va desapareciendo hielo en el norte de Noruega mientras que ya empieza a crecer al otro lado, por tanto es de esperar que el agua dulce haga un cierto tapón de forma perfectamente natural. Si el ritmo de deshielo continúa así ( y acelerándose como lo hace ) en un plazo de cinco años deberíamos ver efectos más apreciables, en particular un aumento del serpenteo de la corriente y de la difuminación de los bucles en ciclos cada vez más frecuentes, mientras que debería tomar una tendencia a desviarse ligeramente hacia el sur. Esto no significará que se vaya a detener ni que vaya, de repente, a permitir que se enfríe el Atlántico Norte. Este proceso tomaría almenos dos décadas porque la inercia de la corriente es demasiado importante. Aún en el caso de que se observara una ralentización importante la cantidad de agua que llegaría al Atlántico Norte seguiría siendo bastante grande.
En fín, no veo un desastre inminente pero me reafirmo en que en cinco años debe observarse algún indicador revelador.
Saludos