Lo siento por la disidencia, pero la huella, a pesar de lo deteriorada que está, es casi seguro que es de un oso pardo. Y todo ello por los siguientes motivos:
A) Hábitat: El Campo de las Danzas es un collado natural que atravisa el murallón de los Montes Aquilianos, a 1.450 metros de altitud. Por lo tanto, si el rastro se hallaba a unos 500 metros del alto en dirección al Pico de la Aquiana (1.850 metros de altitud), estamos a una altitud aproximada de 1.500 metros.
A esta altura, no existe cobertura vegetal en los Montes Aquilianos, al menos la que le gusta al tejón para desenvolverse con soltura. El lugar, que lo conozco, es desierto y solamente propicio para el paso de animales consistentes y de considerable fortaleza: en este caso, sólo podría ser un lobo o un raro oso, pues ningún animal más pequeño gastaría tanta energía para subir desde los bosques de las faldas de la montaña susodicha (a unos 400 metros y 600 metros, según sea la vertiente este u oeste). Por lo demás, es conocido que el tejón desdeñe las zonas alpinas y subalpinas: y El Campo de las Danzas, con las características descritas se engloba en dichas categorías físicas.
2) Huella: el rastro es plantígrado, y excesivamente ancho: aproximadamente su anchura ronda el 70 ó 65 por ciento de la longuitud de la marca, como puede comprobarse en la fotografía. Por lo tanto, estaríamos con la huella de un animal que tendría de 14 a 10 centímetros de ancho, lo que descarta automáticamente la de un tejón que ronda los 4 ó 5 centímetros solamente. Por supuesto, el rastro plantígardo excluiría asismismo que fuera de un cánido.
3)Historia: el collado del Campo de las Danzas, frente a lo que se ha comentado aquí, si es empleado por el oso que aparece algunas veces por estas montañas. Sobre todo, por ser el paso más bajo de la cordillera; los demás pasos son más altos, El Morredero está a 1.900, el Collado del Palo (al lado del Teleno) a 1.850... Por ello, el animal lo atraviesa en alguna ocasión, con el fin de penetrar en la zona de la Cabrera Baja, lugar donde existen sitios prácticamente inexpugnables, lo que le evita molestias y trastornos. Curiosamente, esos lugares tan propicios arrancan de las faldas del collado mencionado, por su vertiente cabreiresa.
4) Publicaciones: No sólo la obra de Grande del Brío, Hernando Ayala y Piñeiro trata del oso en esta zona, existen otras publicaciones recientes que así lo afirman: "Riesgo de Extinción del Oso Pardo Cantábrico" de Javier Naves y otros (editado por la Fundación Oso de Asturias en 1999); el libro sobre los mamíferos españoles, editado por la Dirección General de la Naturaleza y la SECEM en 2002 y algunas publicaciones periódicas (a partir, sobre todo, de 1996...)
También existen informes al respecto: el que más recuerdo es el siguiente: "El Oso en León", redactado por el citado José Piñeiro en 1996, existiendo una copia, según refiere el libro de Grande del Brío, en el servicio Territorial de Medio Ambiente, de la Junta de Castilla y León, en la ciudad de León. En dicho informe se relata el paso del oso, curiosamente, por el collado de Campo de las Danzas en el verano de 1980; por lo demás, se refiere también ataques al gando de los poblados próximos en los años sucesivos.
Por tanto, estamos hablando de algo muy serio...