Los animales se ensañaron con las placas identificativas del parque y con los refugios donde nocturnan numerosas aves
«En el ámb.......las zonas húmedas......diversidad de anátidas que encuentr.....en el ag.....que rodea..... a sus....eras....protección y alimento». No es un jeroglífico sino un mero ejemplo de lo que se podía leer ayer por la mañana en la mayoría de los carteles explicativos de la fauna y la flora del Campo Grande -este en concreto alude a las aves del estanque- después de que autores desconocidos estamparan su rúbrica y causaran innumerables destrozos a lo largo y ancho del parque.
La hazaña de 'Gio', 'Ruk' y 'Wch' (así firmaron su obra) llegó hasta el extremo de arrancar de cuajo más de una docena de postes de madera que cercaban con cuerdas las zonas del espacio verde que se acaban de repoblar de hiedras y vincas. «Han tirado y arrancado todos los postes y cortado las cuerdas de casi todo el espacio protegido», lamentaba al mediodía un jardinero, cuya labor diaria se centró ayer en la reparación de un cercado que colocaron la semana pasada.
También el templete donde se encuentran las jaulas de los loros, periquitos y mas aves sufrieron el castigo de los sprays, así como el de las palomas. Al menos respetaron los animales», se consuelan los empleados del parque.
«El pan de cada día»
«Es el pan nuestro de cada día», añadió Ramón, el responsable del bar de La Pérgola. El muro de entrada a su terraza fue objeto una vez más de la acción «de unos gamberros que parece que la tienen tomada con esta parte del Campo Grande». No en vano, las rúbricas de los tres artistas -había alguna firma más ilegible- cubren ahora los bloques de acceso a la zona del chiringuito.
Otro tanto ocurre con las paredes de los dos quioscos instalados en el paseo principal y frente al estanque del barquero. En ellas lucen los garabatos de unos vándalos que, una vez más, «aprovecharon la noche para ponerlo todo patas arriba», lamentan los empleados del Servicio Municipal de Jardines, quienes recuerdan que «normalmente se conforman con las pintadas, pero esta vez se han pasado con la cerca y han roto, incluso, un cartel de metacrilato -el que hasta el domingo explicaba la encina-».
En verde botella
Pero la encina no ha sido el único árbol cuyo cartel ha pasado a mejor vida. Así, los autores de las pintadas tomaron como objetivo buena parte de los rótulos del 'Itinerario histórico y botánico' del pulmón de la ciudad, que decoraron con un llamativo verde botella -acorde al marco de la trastada- hasta hacer ilegibles los orígenes de plantas y animales.
El camarero recuerda que los actos vandálicos ocurren siempre por la noche, a pesar de que el parque está verjado y permanece cerrado todos los días de diez de la noche a ocho de la mañana.
Los autores, en caso de ser descubiertos, se enfrentarán a una sanción que oscila ente los 750 y los 1.500 euros, según recoge la actual ordenanza municipal contra el vandalismo.
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Ahora pongo unas fotos ya que lo ví en la portada de un periódico esta mañana y como tenía el parque a un paso me acerqué a comprobarlo.