La razón no es que hayan aumentado las precipitaciones de forma general en los Alpes, pero sí la distribución sobre todo por una mayor presencia de vientos del oeste.
Y mientras los glaciares van fundiéndose a baja altitud, por encima de los 4.000 metros, como cualquier precipitación cae en forma de nieve, el aumento de aquellas en verano incrementa la capa de hielo.
En invierno la nieve es muy fría, no se pega y se la arrastra el viento, pero la del verano se adhiere mucho más fácilmente al glaciar.
La primera campaña de este tipo para la evaluación de la altura del Mont-Blanc se hizo en 2001, y desde entonces los geómetras han llevado a cabo tres mas en 2003, 2005 y el mes pasado.
La explicación no me parece mala. De todas formas, si la primera medida de este tipo se hizo en el 2001, está claro que no hay datos suficientes como para hablar de una tendencia general, y menos aun para relacionarla con el cambio climático.
Desde luego no veo la paradoja por ningún lado. Se mide un aumento del volumen del hielo y se trata de explicar. Eso depende mas que nada de la precipitación, la temperatura y el viento, vamos, que por ahí irán los tiros, digo yo.