Por cierto, me he encontrado la siguiente noticia publicada en la edicion diaria de Estrella Digital y me ha parecido de lujo el aquí exponerla.
------------------------------------------------------------------
Europa lanza con éxito su primera sonda lunar
[/size]
La SMART-1 recabará información sobre la superficie, la formación, la composición y la eventual presencia de agua en el único satélite de la TierraUn cohete Ariane-5 despegó la pasada madrugada del domingo de la base de Kuru (Guayana francesa) para lanzar al espacio la primera sonda lunar de la Agencia Espacial Europea (ESA). El cohete de Arianespace fue lanzado a las 23:19 GMT -una de la madrugada del domingo en España- con unos quince minutos de retraso sobre el horario previsto. Además de la sonda lunar SMART-1, el cohete pondrá en órbita dos satélites de telecomunicaciones: el INSAT 3E de la agencia espacial india ISRO, y el e-BIRD del operador europeo Eutelsat.El SMART-1, con el que Europa se lanza a la conquista de la Luna, recabará información sobre la superficie, la formación, la composición mineralógica y la eventual presencia de agua en el único satélite natural de la Tierra. Pero la misión permitirá también poner a prueba un sistema de propulsión solar, con vistas a largas misiones interplanetarias. La sonda tardará casi quince meses en llegar hasta su objetivo.
Una vez en el espacio, SMART-1 describirá una órbita en espiral que le irá acercando hasta la Luna, hasta que sea atrapada por un campo gravitatorio que la fijará en su ruta definitiva en torno al satélite terrestre, en el que no se posará.
En diciembre de 2004, SMART-1 comenzará la observación de la Luna, una misión que durará entre seis meses y un año. La información que recabe debe ayudar a los científicos a resolver ciertos enigmas sobre la Luna, pero también a preparar proyectos destinados a un eventual establecimiento humano de larga duración en ese astro.
Más allá de estas investigaciones, SMART-1 es un experimento en sí mismo, ya que constituye la primera de una serie de "pequeñas misiones de investigación tecnológica puntera" con la que la ESA pretende probar nuevas técnicas en el futuro.
La sonda es novedosa por su pequeño tamaño y peso, por la gran cantidad de instrumentos científicos que alberga, por su bajo costo y, sobre todo, por su revolucionario sistema de propulsión helio-eléctrico.
Por primera vez, la ESA utilizará la energía solar como principal medio de propulsión de uno de sus satélites, lo que constituye una prueba de fuego para estos motores "iónicos", llamados a renovar las sondas interplanetarias.
El sistema de propulsión de SMART-1 precisa de diez veces menos carburante que las sondas tradicionales, lo que deja más espacio para albergar instrumentos de investigación y aligera el peso total del satélite.
Además, la propulsión helio-eléctrica permite dirigir la sonda con mayor precisión que los sistemas químicos tradicionales, lo que aumenta la independencia del satélite de las fuerzas gravitatorias y facilita los viajes espaciales, sobre todo los de mayor duración.
En la concepción del nuevo motor han tenido una gran importancia las aventuras de la misión Artemis, satélite de telecomunicaciones de la ESA que fue puesto inicialmente en una órbita errónea. Artemis estaba equipado de motores iónicos destinados a efectuar pequeñas correcciones de posición en el espacio, pero fueron empleados para situarlo en su emplazamiento correcto.
Otra ventaja de esta propulsión es que requiere menos combustible, por lo que libera espacio para más equipos científicos. El resultado final es un satélite más pequeño y ligero, lo que ha permitido que en su viaje de lanzamiento quede sitio en un Ariane-5 para otros dos satélites, lo que reduce el costo total de la misión.
SMART-1, que fue desarrollado por Swedish Space Corporation (SSC) en menos de cuatro años, tiene un volumen de un metro cúbico, su peso es de 367 kilos y su envergadura, con los paneles solares desplegados, ronda los 14 metros.A su pequeño tamaño contribuye también la miniaturización de sus instrumentos científicos, otro reto que aborda la ESA con la sonda lunar.
El presupuesto de la misión se eleva a 110 millones de euros, menos de la quinta parte de lo que la ESA suele destinar a sus grandes proyectos científicos.
Más allá del lanzamiento de SMART-1 y de los dos satélites comerciales de telecomunicaciones, este 162 vuelo de Arianespace y cuarto del año es importante para tranquilizar a sus clientes sobre la fiabilidad del cohete. Hace casi un año, fracasó el primer vuelo comercial de una nueva versión del cohete, el Ariane-5 ECA, con capacidad para transportar diez toneladas.
----------------------------------------------------------------------
Salu2,
Pedro.