Lo de las estelas es válido cuando acompaña a la secuencia nubosa de un frente cálido: al ascender aire procedente de regiones tropicales (más rico en H2O que el polar), su HR aumenta por enfriamiento, a veces insuficientemente para formar nubes, pero el aporte extra de los motores de un avión da lugar a menudo a una nube persistente antes de la llegada de los cirros.
En cambio, otras veces puede ser debido a la llegada del jet subtropical, que como sabemos en superficie se acompaña de situaciones anticiclónicas, con lo que aquí la regla pierde validez.
Cuando llega aire polar, éste en su origen tiene poca humedad, por lo que las estelas tienen poca persistencia. Pero ello no es óbice para que en el seno de una masa tan inestable (por calentarse por abajo al ser aire polar) se produzcan ascensos que acaben en mal tiempo.
En verano es cuando he leído que es más válida la regla de las estelas: la HR en la alta troposfera es tan baja debido al dominio de las altas presiones subtropicales, que cualquier aumento de las estelas es a causa de una rotura de la solidez del anticiclón en altura.