El tigre es un animal maravilloso pero en esta escena cualquier cosa que tenga que ver con su comportamiento natural queda totalmente denigrada.
Jamás tendría lugar en la naturaleza una escena de este tipo, si acaso una madre con sus cachorros o dos tigres jóvenes. La becerra más que vaca, ni siquiera la cazan, los del zoo se la tiran en el hocico. Sólo se busca el regocijo del benefactor económico.
Me parece una perversión mercantilista horrorosa.