No es que antes fuera un paraíso y todo haya degenerado en tres años, lo que se denuncia en el texto es que las administraciones además de no hacer nada para evitar la degradación de ecosistemas protegidos, han contribuido a ello directa e indirectamente. Si pinchas en el enlace, al final de la noticia hay una pequeña descripción de las agresiones a cada área protegida:
LIC Fragas do Eume. Después del incendio que arrasó más de 800 hectáreas, “la mayoría de las áreas quemadas se encuentran totalmente invadidas por Eucalyptus” sin que la Xunta desarrollara “ninguna medida de control para evitar la expansión de esta especie invasora”.
LIC Xubia-Castro. Desde su declaración, la superficie ocupada por hábitats prioritarios y la pendiente de ser incluida en la ampliación “decreció progresivamente afectando a turberas y brezales húmedos” que fueron desbrozados. Las áreas destruidas fueron “ocupadas por pastizales y plantaciones de Eucalyptus”.
LIC Serra do Careón. “Posiblemente sea el LIC más degradado en Galicia, pese a que incluye la mayor tasa de endemicidad con numerosas especies incluidas en el Catálogo Galego de Especies Ameazadas y en el Anexo II de la Directiva Hábitat, entre ellas el Eryngium viviparum, una especie prioritaria”. Está afectado por “la ampliación del polígono industrial, la construcción de parques eólicos y pistas, los pastos, la plantación de eucaliptos y el uso incontrolado del fuego”.
LIC Río Sor. “Continua regresión de los hábitats de interés comunitario por desbroces de matorrales y brañas y talas de bosques con especies protegidas”.
LIC Brañas do Deo. “Se eliminó con métodos mecánicos la vegetación característica” de este paraje pendiente de inclusión y se reemplazó por invasoras.
LIC Parga-Ladra-Támoga. “Algunos de los humedales ya incluidos en la actual delimitación de este LIC sufrieron múltiples degradaciones, como las lagunas de O Pedroso, afectadas por una extracción de áridos”. Los tramos fluviales sufren los “efectos devastadores” de una especie invasora. En la Braña das Fabas (Vilalba) “60 hectáreas de hábitats prioritarios” fueron arrasadas.
LIC Monte Maior. La excavación de una explotación minera de turba ha ido ganando terreno y destruyendo de forma “permanente” un hábitat prioritario. Hay plantaciones de eucaliptos y pistas e infraestructuras de parques eólicos.
LIC Serra do Xistral. Han prosperado parques eólicos, pistas, pastos artificiales, pinos y eucaliptos. En O Guriscado (Muras) las rozas afectaron a más de 40 hectáreas de humedales.
LIC Serra de Foncuberta. “Este nuevo LIC sufre un loco proceso de eucaliptización”.
LIC y ZEPA Pena Trevinca. Al menos 12 hectáreas fueron destruidas ya por explotaciones de pizarra a cielo abierto” y otras tantas por escombreras.
LIC Veiga de Ponteliñares. Después de que la Administración diese marcha atrás en su propuesta de ampliación (que iba a ser del 782%) se roturaron tres hectáreas del propio LIC.
LIC Brañas do Xestoso y LIC Serra do Cando. En estos dos paisajes situados entre Forcarei, Beariz y otros municipios de Pontevedra y Ourense se constataron enormes pérdidas de hábitats. Algunos estudiosos se refieren a esta zona como el “tesoro perdido”.
Nueve LIC de ámbito litoral-marino. La SGHN agrupa en un apartado los LIC Costa Ártabra, Costa da Morte, Complexo Húmido de Corrubedo, Monte Pindo-Carnota, Monte e Lagoa de Louro, As Catedrais, Río Ouro, Costa da Mariña Occidental y A Ramallosa. Destaca el “mal estado de conservación del área terrestre”, con una “dramática expansión de especies exóticas en los sistemas dunares, acantilados, marismas y lagunas”.
Trece LIC de tramos fluviales. “Pérdida significativa de los hábitats que forman parte del corredor fluvial y afectación a las comunidades acuáticas” en los LIC Esteiro do Río Baxoi, Río do Castro, Río Grande, Belelle, Arnoia, Calvos, Veigas do río Salas, Braña de Golpellas, Serra do Suido, Serra da Groba e Monte da Valla, Miño Neira, Río Baelo y Betanzos-Mandeo.
ZEPA A Limia. “Sigue agravándose el colapso hidrológico por la sobreexplotación brutal del acuífero, la contaminación agroganadera y la degradación de hábitats clave para las aves”.