Foro de Tiempo.com

Temas diversos => Naturaleza y Medio Ambiente => Mensaje iniciado por: Jose Quinto en Martes 20 Mayo 2003 13:26:32 pm

Título: Invasores voraces.
Publicado por: Jose Quinto en Martes 20 Mayo 2003 13:26:32 pm
A colación de la llegada de manera natural del buitre de Rupel en Ciudad Real, he recordado esta noticia de ayer. Sobre el mejillón cebra ya se hablo en este foro en un asunto abierto por Josillo.

Invasores voraces
 
TEXTO: MANUEL TRILLO FOTOS: ABC

ZARAGOZA. La fauna autóctona de los ríos españoles se enfrenta a la seria amenaza de un amplio espectro de especies exóticas que, por distintas vías y en algunos casos favorecida por la actuación de las propias administraciones, han ido ganando espacio y desplazando a los pobladores tradicionales. El mejillón cebra, que se reproduce a una velocidad de vértigo hasta cubrir los fondos fluviales y atascar tuberías y canalizaciones; el galápago de Florida, una popular mascota hace unos años; el cangrejo americano y distintas especies de peces para la pesca deportiva son algunos de estos invasores.

No existe aún conciencia del riesgo que este fenómeno supone para el equilibrio natural de los ecosistemas, pese a algunas llamadas de atención como la reciente jornada en el galacho de Juslibol, un antiguo meandro del Ebro en el término municipal de Zaragoza que quedó abandonado por el río en la histórica riada de 1961 y en el que se están dejando notar los efectos.

Mejillón cebra. Denominado así por las bandas blancas y oscuras en zigzag sobre su concha, este pequeño primo de los que se crían en las Rías gallegas, de tan sólo tres centímetros, es más peligroso de lo que parece. Procedente del Mar Caspio y el río Ural, se está expandiendo a lo largo del río Ebro a través de las embarcaciones o material deportivo y ya se encuentra a la altura del embalse de Ribarroja. Llega a formar colonias de hasta 700.000 individuos por metro cuadrado, con lo que tapiza todo tipo de sustrato duro al que se adhiere con fuerza. De esta manera, coloniza tuberías y conducciones de agua, poniendo en peligro el abastecimiento de agua y causando pérdidas de miles de millones de euros, como ya ha sucedido en otras zonas de Europa, Asia y América del Norte. En el ecosistema provoca alteraciones, amenazando a especies autóctonas como el blenio o la margaritifera auricularia. Lo peor es que, por ahora, «no tiene solución», lamenta el biólogo Henri Bourrut, experto en este problema. «Por ahora -explica- sólo se puede retrasar la invasión para que no llegue a aguas donde aún no está». «Se estudia alguna bacteria patógena para eliminarlo, pero seguramente afectaría a otras especies», añade.

Galápago de Florida. Fue una de las mascotas más populares en las décadas de los 80 y 90. El problema llegó cuando había que deshacerse de aquellas pequeñas tortugas, que luego han ido creciendo. Convencidos de que se actuaba con sentido cívico encomiable, se «liberó» a muchos de estos galápagos en los entornos de las grandes ciudades sin advertir el peligro que suponía para los ecosistemas existentes. Sucede que estos animales tienen «gran capacidad de adaptación» y «no sólo sobreviven, sino que se expanden, compitiendo con dos especies autóctonas, el galápago leproso y el galápago europeo, mucho más pequeños», apunta Mario Izquierdo, monitor del galacho de Juslibol. De esta manera, «desplaza a estas especies a sitios peores y reduce sus posibilidades de alimentarse y aparearse», añade.

Peces. Son numerosas las especies exóticas que se han ido adueñando de los ríos favorecidos por la pesca deportiva, hasta alcanzar un tercio de las existentes en los ríos españoles. La perca, el lucio, la carpa, el alburno o el blackbass son sólo algunos de los invasores. En este caso las instituciones públicas han actuado como patrocinadores de la introducción progresiva de las nuevas especies, que «dañan a otros peces autóctonos porque son depredadores», lo que trae como consecuencia una pérdida de la biodiversidad, constata Izquierdo.

Cangrejo americano. La introducción de este terrible invasor responde a motivos económicos. El cangrejo americano es un gran depredador de otros organismos del río y se le atribuye la responsabilidad, incluso, de «la desaparición de los tritones en el Ebro, un anfibio en peligro de extinción», al tiempo que «ha desplazado al cangrejo de río autóctono», explica Olga Conde, del servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza.

La introducción de especies exóticas en los ríos españoles amenaza seriamente a la fauna autóctona. La expansión del mejillón cebra, el galápago de Florida, el cangrejo americano y distintos peces incorporados por la pesca deportiva puede tener consecuencias impredecibles
 
Título: Re:Invasores voraces.
Publicado por: Gustavo en Martes 20 Mayo 2003 15:39:27 pm
Desgraciadamente, la presencia de estas especies en la peninsula rara vez tienen un origen natural, en realidad nunca la tienen. Y no solo eso, ademas tampoco suponen un enriquecimiento de nuestro patrimonio faunistico, como podria ser el caso del Buitre de Ruppell (si no se trata de un caso meramente excepcional), o como lo ha sido el elanio azul u otras especies, si no que no causan mas que un empobrecimiento de nuestra fauna autoctona en la mayoria de los casos, al tratarse generalmente de depredadores a los que sus victimas, nuestras especies autoctonas, no estan adaptados.

Ademas el daño esta hecho y tiene una muy dificil solución. No creo que ya podamos deshacernos del cangrejo americano para volver al español, por ejemplo.
Título: Re:Invasores voraces.
Publicado por: Jose Quinto en Martes 20 Mayo 2003 16:29:42 pm
Es muy triste. Como paso con los visones americanos que se escaparon de granjas.

Y con el cangrejo americano la gente en general no sabe que el autoctono se cria en agua limpias, no degradadas o al menos no mucho, mientras que el americano se puede criar en aguas casi residuales con el peligro que ello tiene para su consumo, amen del destrozo en las poblaciones autoctonas que ha causado.

En fin que como dices es un gran problema sin solución.