Comienzan a vislumbrarse ciertos paralelismos en los largos plazos como por ejemplo un ascenso de presiones más allá de Escandinavia. No es tanto la posición que se dibuja sino que en el norte de Rusia pueda haber una tendencia a generarse un bloqueo. Esto siempre es muy interesante a la hora de que pueda aumentar el frío euroasiático, tanto mejor si ese tipo de bloqueo se acabara por ubicar hacia la península de Kola-Barents.
A largo plazo un enorme y frío sistema ciclónico en Groenlandia, el opuesto a los bloqueos que hemos ido teniendo, hablaría más de altas en el noreste que las que hemos visto hasta ahora. Hemos visto posibilidades de altas cerca de Islandia-Irlanda, etc, que finalmente se han ido metiendo en las británicas. Estas situaciones son una de las maneras de tener bajadas más bien de tipo ártico-marítimo o, terciándose, continental de medio recorrido.
Pero hay otra manera, opuesta, que parte de un escenario de bajas en Groenlandia y aledaños que realizan la entrada cálida por el norte en Europa. Esto, con cierta coherencia en el tiempo, enfría el gran este. Posteriormente cualquier bloqueo norte, siempre que no se alargue al sur, puede retrogradar hacia el oeste un frío que ya es de otro calibre, de largo recorrido.
De momento lo interesante es que el chorro oeste dé todo lo que tenga que dar de sí, eso no importa, para ver si posteriormente existen posibilidades de que su curvatura se pueda romper en lugares fuera de los que normalmente vemos. Este tipo de dinámicas pueden resolverse así sin el bloqueo inicial en Groenlandia.
La cuestión es que llevamos varias salidas en las que se dibuja el vórtice cercano dividido en dos. No en todas las salidas. Estamos pendientes de la entrada cálida que suele producirse por Alaska, y también de la euroasiática. Dos pinzas que si el vórtice estuviera decidido a dividirse, les va a convocar. La euroasiática, de darse, no sólo ayuda a la partición sino que el que se dé en un punto o en otro hará que la bolsa fría correspondiente sea más o menos potente y/o que pueda, como en tantas biparticiones, comenzar a invertir al oeste el transcurso del recorrido general.
No cuelgo mapas porque lo interesante es la tendencia y puede que mañana no haya nada de ello. Queda entre medias toda una bajada este y una posterior entrada del chorro, como bien anuncian los mapas de olas, quizás no demasiado duradera.
En el entretanto, GFS propone que el empuje oeste será lo suficientemente potente para que la alianza de la dorsal africana con el bloqueo norte no se realice como anteriormente estaba dibujada. No nos interesa una dorsal en la costa portuguesa, nos interesa que la gran bolsa fría americana enfríe el Atlántico y baje las anomalías positivas lo que dé de sí. Cuanto más frías estén las piezas de alrededor, mejor. Y si las cosas se dan bien las fuerzas este y oeste podrían trabajar a favor.
Previamente, desde la estratosfera, el próximo sábado 18 el bien formado bipolo pacífico pone de su parte restando fuerza al polo mayor, y por tanto debilitándole.
Interesantes fluctuaciones de los modelos.
Saludos!