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Foro general de Meteorología => Meteorología general => Mensaje iniciado por: Javalambre en Lunes 12 Noviembre 2012 09:17:20 am
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Pensando en ubicaciones favorables para descensos nocturnos hace tiempo que estoy dando vueltas a una cuestión.Al producirse evaporación se produce el intercambio de calor de un medio a otro, el agua se evapora del suelo y roba calor del aire circundante ( y del propio suelo).
Sin embargo parece que las parameras calizas con pequeñas depresiones son tan efectivas en invierno, no así en verano, como las depresiones con suelo profundo encharcado o con la capa freática a pocos metros.
A menudo asociamos el curso de un río con la acumulación de frío pero, ¿Qué parte de ese enfriamiento se produce por la evaporación de parte del agua existente y qué parte forma parte de procesos de acumulación y drenaje?
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Muy buena idea la de abrir este hilo, Javalambre.
Respecto de lo que comentas, vaya por delante que no soy ningún experto en la física del asunto, pero en los artículos que he leído consideran a la topografía del lugar como un factor mucho más importante que la evaporación del agua superficial a la hora de explicar el enfriamiento nocturno en las dolinas y lugares análogos.
El agua, en sus fases líquida y gaseosa, juega a favor y en contra de ese enfriamiento. La evaporación es cierto que enfría las superficies, pero el vapor de agua absorbe y reemite parte de la radiación infrarroja procedente del suelo, contrarrestando el enfriamiento del aire.
En la capa superficial (primeros cm), el agua intersticial aumenta la capacidad térmica del suelo y hace que se enfríe más lentamente al caer el sol. Sin embargo, el agua del subsuelo (primeros metros o decenas de metros), actúa como un refrigerante del sustrato rocoso, limitando la conducción de calor hacia la superficie. Esto parece ser que ocurre en los karst activos.
En artículo muy didáctico e interesante ( http://www.arpa.veneto.it/temi-ambientali/climatologia/file-e-allegati/documenti/Articolo%20doline_NEW.pdf ...está en italiano), le dan mucha importancia a ese flujo de calor del subsuelo en el balance energético nocturno. Es el responsable de que la caída de la temperatura del aire que se produce al comienzo de la noche tienda a estabilizarse, produciéndose un equilibrio entre las pérdidas por irradiación y los aportes desde el subsuelo a la superficie por conducción.
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Lo del vapor de agua no sé, es un poco lioso para mi gusto, porque si hay mucha humedad cerca del suelo se forma hielo en las superficies y al formarse hielo, se desprende calor,,,,,en este caso la humedad no sería positiva para un buen enfriamiento.
Sin embargo si las temperaturas son superiores a 0ºc se produciría evaporación y entonces si se chuparía calor circundante de los alrededores para hacer pasar el agua de líquido a gas, el tema es que contra más nos aproximemos a 0ºc la evaporación iba a ser mucho más pequeña, por tanto supongo que se notará más con temperaturas superiores y hasta una cierta temperatura donde se relantizaría el incremento del descenso de temperatura con respecto a una zona con menor humedad relativa.
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En las Deveses de Salt, una arboleda situada en una hondonada entre Salt y Sant Gregori (81 m, mientras Salt está a 84 y Sant Gregori a 102 m), al lado del río Ter no hace tanto frío como un poco más lejos de este curso fluvial (50 metros). Así donde tengo la estación meteorológica, a 50 metros del río, puedo registrar tranquilamente mínimas 2º más bajas que al lado del río (0-1 metros). Por tanto la evaporación lo que hace es minimizar la pérdida de calor del suelo, el calor latente que se evapora del río provoca que el descenso térmico durante la noche sea menos intenso que un poco más lejos del río Ter. ;)