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Temas diversos => Naturaleza y Medio Ambiente => Mensaje iniciado por: Lozoya en Domingo 09 Mayo 2004 13:00:29 pm

Título: Sobre las hayas y el Guadarrama
Publicado por: Lozoya en Domingo 09 Mayo 2004 13:00:29 pm
   
   Hace un par de días leí en este foro una interesante discusión que trataba sobre la conveniencia o no de repoblar con hayas en algunos puntos del Guadarrama, duda que surgía de las diferentes opiniones sobre si el haya existió y es autóctona de esta sierra. Se trata de un tema apasionante que no ha sido aclarado por la ciencia ya que existen argumentos a favor y en contra de la presencia natural en tiempos históricos de las hayas en el Guadarrama. Voy a exponer algunos de ellos con la esperanza de que los discutamos en este foro.

  El Clima. Las diferencias climáticas entre el Guadarrama y la Sierra de Ayllón, donde el haya es relativamente frecuente, son escasas en términos cuantitativos. Ayllón es algo más frío (salvo excepciones), lo cual podría perjudicar a las hayas por el daño que en ellas causan las heladas tardías. La mayor diferencia aparece en las precipitaciones. En términos absolutos los registros son siilares, incluso puntualmente superiores en el Guadarrama, pero la doferencia está en la distribución: en Ayllón se acusa cierta oceanidad en el clima, de forma que la sequía estival se ve algo mitigada por lluvias estivales más frecuentes que en Guadarrama, algo clave en la supervivencia del haya. En terminos absolutos esto no son más de 15 ó 20 litros más de precipitación al mes en julio y agosto, pero cualitativamente parece ser una diferencia importante. ¿Pueden 4 ó 5 tormentas estivales más en Ayllón generar tanta diferencia en la extensión del haya en ambas sierras?

  Las citas históricas de las hayas de Guadarrama plantean algunas dudas. La mayor parte de ellas se refieren a lugares muy intervenidos por el hombre. Por ejemplo El Escorial y La Granja, sitios reales con palacios y jardines con numerosas especies exóticas que en algunos casos se han asilvestrado. Otra de las citas clásicas es el Valle del Lozoya, donde algunos autores creen que de haber hayas debieron ser introducidas por los monjes del monasterio del Paular que también sembraron otros árboles foraneos al valle. Sin embargo los autores de estas citas del siglo XIX, Cutanda y Willkomm, se consideran botánicos solventes y de gran prestigio que habrían anotado la presencia del haya como especie cultivada. En otros puntos de la sierra con hayas, como el Puerto de Malagón (El Escorial) se sabe que las hayas existentes fueron plantadas por los ingenieros de montes de la escuela que hubo en el pueblo. Puede que ese mismo origen tengan las hayas del Pinar de Navafría, donde los ingenieros plantaron otras especies alóctonas.

  Frente a las dudas de las citas históricas está la aparente fiabilidad de los análisis de pólenes fósiles de las turberas. En el Valle del Lozoya existen datos desde hace 8000 años; sin embargo el haya aparece de forma muy puntual, siempre escasa y en épocas muy recientes (los últimos 500 años). Esto podría avalar la tesis de que las hayas fueron introducidas por los monjes (que llevan en el valle mas de 600 años). Sin embargo, de forma aislada y escasa el polen de haya aparece en una tuurbera del Lozoya a unos 1750 metros hace 1800 años. Los autores del estudio lo atribuyen a pólenes de procedencia lejana, pero; ¿qué es aquí lejanía? ¿pudieron llegar pólenes desde Ayllón o venían desde hayas de la cabecera del Valle del Lozoya, del Pinar de Navafría o de otros puntos del Guadarrama? Por otra parte los análisis de este tipo efectuados en Ayllón arrojan en muchos casos una presencia relativamnete escasa del haya en el macizo, donde era muy abundante el pino silvestre, incluso en el mismo Hayedo de Montejo o en otras áreas hoy pobladas de hayas. En algunos lugares de Ayllón donde actualmente quedan hayas, esta ni siquiera aparece en los análisis de pólenes.
Esto puede indicar que el pólen de haya se propaga mal y no llega a los yacimientos estudiados (con lo cual pudo haber más hayas en Guadarrama que no dejaron registros polínicos) y/o que las hayas no fueran tan abundantes tiempo atras, mostrando así una expansión muy reciente. En este segundo caso, la colonización del Guadarrama podría haber quedado truncada por la acción del hombre.

  Desde un punto botánico la existencia histórica de haya en el Guadarrama también arroja incógnitas. La presencia de especies como los acebos, abedules o robles albares no es determinante para afirmar que pueden prosperar hayas en esas mismas zonas. Además el roble albar, la especie con mayor afinidad ecofisiológica con el haya, se enrarece mucho desde Somosierra hacia el oeste y sólo aparece en puntos muy favorables climática y edáficamente. la escasez de estos árboles se debe sin duda a un clima menos favorable que en Ayllón, pero también existen causas antrópicas. Robles y hayas fueron intensamente carboneados y por ello pudieron enrarecerse,; sin embargo estas mismas prácticas en Ayllón, dónde fueron incluso más intensas, no provocaron la desaparición del haya. Quiza se dé la paradoja de que los montes hiperprotegidos por sus propietarios (la Iglesia y la Corona) como los del Paular (en el Valle del Lozoya) o Valsaín, al orientarse a la producción de madera de pino, acabaran con las hayas.