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Foro general de Meteorología => Revista RAM y otros medios de comunicación => Mensaje iniciado por: Pixarroglets en Domingo 22 Febrero 2009 12:52:59 pm
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Ojeando hoy los dominicales, me he tropezado con un artículo en el XLSemanal en su sección Patente de corso del autor Arturo Pérez Reverte. Me ha parecido interesante como muchos de los que este autor nos deleita a sus lectores.
ESOS METEORÓLOGOS MALDITOS
Decía Joseph Conrad que la mayor virtud de un buen marino es una saludable incertidumbre. Después de quince años navegando como patrón de un velero, y con la responsabilidad que a veces eso te echa encima –el barco, tu pellejo y el de otros–, no sé si soy buen marino o no; pero lo cierto es que no me fío ni del color de mi sombra. Eso incluye la meteorología. Y no porque sea una ciencia inexacta, sino porque la experiencia demuestra que, en momentos y lugares determinados, la más rigurosa predicción es relativa. Nadie puede prever de lo que son capaces un estrechamiento de isobaras, una caída de cinco milibares o el efecto de un viento de treinta nudos al doblar un cabo o embocar un estrecho. Pese a todo, o precisamente a causa de eso, siento un gran respeto por los meteorólogos. Buena parte del tiempo que paso en el mar lo hago en tensión continua: mirando el barómetro, atento al canal de radio correspondiente con libreta y lápiz a mano, o sentado ante el ordenador de la mesa de cartas, consultando las previsiones meteorológicas oficiales e intentando establecer las propias. Hace años las completaba con llamadas telefónicas a los viejos compañeros de la tele –mis queridos Maldonado y Paco Montes de Oca–, que me ponían al corriente de lo que podía esperar. Los medios de predicción son ahora muchos y accesibles. España, que cuenta con un excelente servicio de ámbito nacional, carece sin embargo de cauces eficaces de información meteorológica marina: sus boletines públicos son pocos y se actualizan despacio, y su presentación en Internet es deficiente. Por suerte, funcionan páginas de servicios franceses, ingleses e italianos, entre otros, que permiten completar muy bien el panorama. Para quien se preocupa de buscarla, hay disponible una información meteorológica marina –o terrestre, en su caso– bastante razonable. O muy buena, en realidad.
Debo algunos malos ratos a los meteorólogos. Es cierto. Pero no les echo la culpa de mis problemas. Hacen lo que pueden, lidiando cada día con una ciencia inexacta y necesaria. Me hago cargo de la dificultad de predecir el tiempo con exactitud. Nunca esa información fue tan completa ni tan rigurosa como la que tenemos ahora. Nunca se afinó tanto, aceptando el margen de error inevitable. Un meteorólogo establece tendencias y calcula probabilidades con predicciones de carácter general; pero no puede determinar el viento exacto que hará en la esquina de la calle Fulano con Mengano, los centímetros de nieve que van a caer en el kilómetro tal de la autopista cual, o los litros de agua que correrán por el cauce seco de la rambla Pepa. Tampoco puede hacer cálculos particulares para cada calle, cada tramo de carretera, cada playa y cada ciudadano, ni abusar de las alarmas naranjas y rojas, porque al final la peña se acostumbra, nadie hace caso, y acaba pasando como en el cuento del pastor y el lobo. Además, en última instancia, en España el meteorólogo no es responsable de la descoordinación de las administraciones públicas –un plural significativo, que por sí solo indica el desmadre–, de la cínica desvergüenza y cobardía de ministros y políticos, de la falta de medios informativos adecuados, de los intereses coyunturales del sector turístico-hotelero, de la codicia de los constructores ladrilleros y sus compinches municipales, ni de nuestra eterna, contumaz, inmensa imbecilidad ciudadana.
Hay una palabra que nadie acepta, y que sin embargo es clave: vulnerabilidad. Hemos elegido, deliberadamente, vivir en una sociedad vuelta de espaldas a las leyes físicas y naturales, y también a las leyes del sentido común. Vivir, por ejemplo, en una España con diecisiete gobiernos paralelos, donde 26.000 kilómetros de carreteras dependen del Ministerio de Fomento y 140.000 de gobiernos autonómicos, diputaciones forales y consejeros diversos, cada uno a su aire y, a menudo, fastidiándose unos a otros. Una España en la que el Servei Meteorològic de Catalunya reconoce que no mantiene contacto con la agencia nacional de Meteorología, cuyos informes tira sistemáticamente a la papelera. Una España donde, según las necesidades turísticas, algunas televisiones autonómicas suavizan el mapa del tiempo para no desalentar al turismo. Una España que a las once de la mañana tiene las carreteras llenas de automóviles de gente que dice que va a trabajar, y donde uno de cada cuatro conductores reconoce que circula pese a los avisos de lluvia o nieve. Una España en la que quienes viven voluntariamente en lugares llamados –desde hace siglos– La Vaguada, Almarjal o Punta Ventosa se extrañan de que una riada inunde sus casas o un vendaval se lleve los tejados. Por eso, cada vez que oigo a un político o a un ciudadano de infantería cargar la culpa de una desgracia sobre los meteorólogos, no puedo dejar de pensar, una vez más, que nuestro mejor amigo no es el perro, sino el chivo expiatorio.
FUENTE (http://www.xlsemanal.com/web/firma.php?id_edicion=3927&id_firma=8370)
PD.: Si este no es el lugar, ruego a los administradores/moderadores que muevan el Tópic donde mejor convengan.
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pues me ha encantado este articulo y no puedo estar mas de acuerdo..
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Pues sí, a mi juicio acertado análisis de Pérez-Reverte.
Saludos. ;)
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A mi también me ha gustado mucho
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A mi tambien me ha encantado, tiene toda la razon del mundo
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España, que cuenta con un excelente servicio de ámbito nacional, carece sin embargo de cauces eficaces de información meteorológica marina: sus boletines públicos son pocos y se actualizan despacio
En esto no estoy de acuerdo...Por lo menos en Euskadi...me supongo que sera similar en el resto de las costas españolas. En mi trabajo en el puerto llevo una emisora de radio (un walki talki vamos) elemento que TODOS los barcos DEBEN tener por ley. Pues cada 30 minutos durante las 24 horas del dia se emiten las predicciones detalladas en ingles y español para la mar. Ademas de ese canal, hay mas canales con otro tipo de frecuencias donde tambien dan la prevision maritima....
Del resto no digo ni pio. Perfecto.... ;D
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De las pocas cosas coherentes que puede decir un hombre de la calle sobre la Meteo.
Gracias Arturo por este capote ;)
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Lo he leído ayer en el Suplemento XL SEMANAL y como siempre El Sr. Arturo tiene un lenguaje, claro y verdadero a la hora de trasmitir sus artículos.
Todos los domingos tiene su página y es un placer leerla.
http://www.xlsemanal.com/web/firma.php?id_edicion=3927&id_firma=8370
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En esto no estoy de acuerdo...Por lo menos en Euskadi...me supongo que sera similar en el resto de las costas españolas. En mi trabajo en el puerto llevo una emisora de radio (un walki talki vamos) elemento que TODOS los barcos DEBEN tener por ley. Pues cada 30 minutos durante las 24 horas del dia se emiten las predicciones detalladas en ingles y español para la mar. Ademas de ese canal, hay mas canales con otro tipo de frecuencias donde tambien dan la prevision maritima....
Del resto no digo ni pio. Perfecto.... ;D
Muchas gracias por tu puntualización. Los que somos de secano no estamos puestos en el tema marítimo
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:aplause: :aplause: :aplause: :aplause: :aplause: :aplause:
Chapeau!!!
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Muy buen artículo, sí señor. Además, como siempre, queda claro que sabe de lo que habla.
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Es muy bueno, gracias por colgar el enlace al escrito !!
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Tiene mas razon que un santo :aplause:
No hacemos o hacen mas que quejarse de lo malos que son los "hombres del tiempo" porque no aciertan lo que va a pasar a la puerta de casa. pero no nos damos cuenta que España tiene multitud de climas y dentro de ellos otros tantos microclimas que hacen enormemente dificil la prediccion, sobre todo en situaciones de inestabilidad
Lo mismo con las riadas, oleajes y demas. Es lo que hay, nos lo hemos ganado a pulso por construir donde no se debe
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Sólo un pero al artículo, cómo siempre, Arturo metiendo caña con la descentralización, que si el SM de Catalunya no se habla con el nacional, etc.
En cuestiones de meteorología, prefiero que sea así, el INM, ahora AEMET si le preguntas que tiempo hará en Hostalfrancs, te dirá ¿dónde está eso?, si le preguntas al SMC te lo dirá con pelos y señales, igual que los mapas, en el mapa nacional verás un sol o un sol con una nube encima de tu provincia, en un mapa regional verás las nubes en la cara norte, o este de las montañas, nieblas en determinados valles o nubes en determinadas cumbres. En el mapa nacional verás Alicante, mínima 8 máxima 17, y no te enterarás de los -5 de Villena o Bañeres, por ejemplo.
También con lo de las carreteras le gusta meter cizaña, si tuviéramos que esperar que el gobierno central arreglara la acera de mi casa, apañados estamos.
Tal vez lo que sobre sea la admnistración central, que hay 17 cantones "independientes", pues perfecto, así les va en Suiza.
Podría parecer un análisis político esto, pero es que Arturo nunca dice nada sin política.
Por lo demás, está bien.
Saludos.