...deberías haber omitido el/los párrafo/s, porque induce a una gran confusión. Porque el artículo da a entender que por cada atómo de ozono destruido se regenera uno de ozono por ese mecanismo.[/b]
Primero hay que aceptar la conclusión del mismo Mario Molina para la elaboración de su teoría del Dímero de Molina, “la acción del cloro sobre el ozono se realiza únicamente sobre la superficie sólida de los cristales de hielo de las NEP”. Luego, el cloro no anda combinándose con el ozono en medio de la atmósfera, donde está el 99,9% del ozono estratosférico. Por lo tanto no puede atacar ozono sobre Arosa, o cualquier otro lugar del mundo.
Otro enorme problema es que las grandes disminuciones del ozono en el Agujero de la Antártida comienzan casi un mes antes de que la radiación solar llegue hasta la región de las nubes estratosféricas, echando por tierra la teoría de Molina de que para que se produzca el fenómeno es necesario SÍ o SÍ que haya radiación UV incidiendo sobre los CFC. (Pero hay más todavía)
Las variaciones en aumento y disminución del ozono están regidas por la mayor o menor cantidad de radiación ultravioleta emitida por el sol, y los rayos cósmicos, estos últimos especialmente sobre los polos de acuerdo en el último estudio publicado en el Physical Review Letters de feberero sobre este asunto.
http://www.mitosyfraudes.org/Ozo/RayosCosmicos.html
Pero el tema es el átomo de oxígeno que es liberado por la reacción Cl+ + O3 --> ClO2 + O+
Ese átomo de oxígeno tiene infinitas más probabilidades de hallar otra molécula de oxígeno y producir una de ozono, que de hallar un átomo de cloro para producir una molécula de ClO. También tiene algunas probabilidades de toparse con una de ozono y producir 2 moléculas de oxígeno. La radiación UV llega de manera constante a la atmósfera y en micro o milisegundos disociará esas moléculas de oxígeno y liberará sus átomos que el proceso de la formación del ozono siga vivo. Lo que nos lleva un asunto que siempre dejan afuera los partidarios de la teoría de Rowland, Molina y Crutzen:
Para que todas esas reacciones de fotodisociación puedan ocurrir debe de haber, como condición SINE QUA NON, (y corríjanme donde esté equivocado) que:
1) Haya radiación UV de la energía necesaria para la disociación de las moléculas de CFC, junto con el oxígeno y nitrógeno, las moléculas más estables y difíciles de disociar. Para ello es necesaria una energía que se encuentra sólo en la radiación UV-C por debajo de los 290 nm.
2) Que hayan moléculas de CFC en cantidad suficiente para proveer el átomo de cloro para la “caminata catalítica del cloro”.
De las observaciones y mediciones realizadas por cientos de científicos, se ha comprobado que ese nivel de energía no pasa a las capas inferiores de la atmósfera porque es absorbido por el oxígeno cuando es disociado por la radiación UV-C. La frontera que los rayos UV-C no pasan oscila ente los 40-45 km de altura, dependiendo de la concentración de oxígeno en esa región del espacio. Tampoco se hace saber que el choque de fotos de alta energía (UV-C) con moléculas estables como el nitrógeno lo disocian liberando átomos de N que vuelven a combinarse con algunos otros gases que haya en su cercanía y forman compuestos nitrosos o nitrogenados, conocidos como NOx, que son fuertes sumideros del cloro.
El clavo que termina de cerrar el ataúd de la teoría de Molina, Rowland, etc, es que las mediciones de CFC en la alta estratosfera revelan cantidades que varían desde 1 parte por billón (o trillón americano) a los 10 km de altura hasta las 0,05 partes por billón a los 28 km de altura para los Freones-11 y hasta 10 ppb a los 31 km para el Freón-12, por ser de peso atómico más liviano (121,01 contra 137,51 del F-11). (R. Fabian, S.A. Borders, S. Penkett, “Halocarbons in the Stratosphere,” Nature, (Dec. 24, 1981).
(http://www.mitosyfraudes.org/images/ozono007.gif)
Eso indica que no hay CFCs en la alta estratosfera donde existe radiación UV-C con la energía necesaria para disociar sus moléculas. La radiación UV-B no puede disociar las moléculas de CFCs, como se ha demostrado en laboratorios, como tampoco disocia al oxígeno. Pero aunque el oxígeno no sea disociado por la UV-B, absorbe sin embargo energía de esa radiación, y el continuo choque de fotones con moléculas de oxígeno los va debilitando hasta que la radiación que llega a la superficie es mayoritariamente en el rango de la UV-A. La prueba ácida de esta aseveración está en que no hay ozono apreciable por debajo de los 12-15 km de altura –que de acuerdo con la teoría de “consenso” es quien filtra los rayos UV- cuando se comprueba que en la alta montaña (Everest, Monte Blanco, Aconcagua, etc) los niveles de UV-B son elevados, pero va disminuyendo paulatinamente hasta niveles mucho más bajos a nivel del mar.
Dado que desde la cúspide del Everest para abajo no hay ozono que filtre esa radiación, los únicos “escudos” que lo hicieron han sido el Nitrógeno y el Oxígeno. Otro grueso clavo del ataúd es que la radiación UV-B varía geográficamente en un 5000% entre el ecuador y los polos, diminuyendo un promedio de 10% por cada 160 km que se avance en dirección al ecuador. Esto se debe a que los rayos UV-B deben atravesar un camino mucho más largo a través de la atmósfera en dirección a los polos que en ecuador, a donde caen perpendicularmente.
Es difícil comprender cómo este mito se ha mantenido con vida. Sólo ha sobrevivido mediante la inyección de gran cantidad de fondos en campañas mediáticas para que el zombi siga caminando.
Estoy totalmente de acuerdo con que los datos duros no se manipulan. Lo que se manipula son las interpretaciones de los datos y lo que se deja fuera del análisis.
Quizás mucha gente no lo sabe, pero la atmósfera y la mal llamada “capa de ozono” no es algo homogéneo sino que, como lo han demostrado los largos estudios de la Universidad de Wuppertal, Alemania y la NASA, en su proyecto conjunto Crista-SPAS, las concentraciones de diversos gases NO son homogéneas sino que se reparten en clústeres bastante separados y de diferentes concentraciones.
También es aceptado que los niveles de ozono, tal como los miden los instrumentos varían ampliamente en materia de horas, de día a día, de semana a semana, y por supuesto de un año para el otro. Por ejemplo, en 1987 durante la Expedición NOZE a la Antártida, Stolarski y los demás comprobaron una disminución del ozono del agujero de un 50% en 24 horas, algo que Stolarski mismo dijo que no podía deberse a una reacción química sino que la dinámica de la estratosfera estaba involucrada. Algo que los científicos dinamicistas han sostenido desde el principio como causa del origen (milenario, millonario?) del famoso agujero de la Antártida.
El gráfico de Arosa es bastante peculiar porque no hay indicios de que hayan registrado los niveles de ozono que el NOAA registró en 2005 durante todo el año, como se muestra en el gráfico de ejemplo de mi post anterior, de entre 300 y 550 Unidades Dobson para junio 6. Pero permite, entre otras cosas, apreciar que cuando se lo compara con la actividad solar se ve que hay una estrecha e innegable correlación entre mayor actividad solar y niveles de ozono.
Como dicen en Mitos y Fraudes: http://www.mitosyfraudes.org/Ozo/OzonoConocido.html (http://www.mitosyfraudes.org/Ozo/OzonoConocido.html)
“Sin embargo, la variación en las concentraciones de ozono durante distintas épocas del año ya era un fenómeno conocido en el hemisferio norte, donde los noruegos habían estado realizando investigaciones desde mediados de la década de 1920. En un artículo publicado por Einar Tonsberg y Kaare Olsen en 1944 (2), presentan los resultados de sus mediciones de ozono en Tromso, al norte del Noruega, entre 1935 y 1942. Esas medidas presentan unas variaciones espectaculares en la densidad de la capa de ozono, que podían variar de 50 Unidades Dobson (UD) en diciembre a 410 UD en febrero. Los resultados se ven en el gráfico publicado por los autores en la página 23 del artículo.</p>
(http://www.mitosyfraudes.org/images-21/ozono-1.jpg)
Figura 1: Valores mensuales del ozono sobre Tromso entre 1935 a 1942.
Antes de esa fecha también!
Más abajo reproducimos una imagen escaneada de otro artículo sobre mediciones de la capa de ozono, publicado en 1950 en la revista francesa Annales de Geophysique. El autor, R. Penndorf, que realiza sus mediciones entre 1926 y 1942 muestra que los niveles de ozono pueden variar entre 50 y 433 DU. La figura muestra también las bruscas variaciones de los niveles del ozono y el autor menciona la aparición de “agujeros” en la capa de ozono (“holes”, en itálicas, en la parte inferior del texto). Desde los años 50 estos ‘agujeros’ eran bien conocidos y reportados en la literatura científica, por lo que la declaración en 1985 del “descubrimiento” del agujero de ozono en la Antártida por el British Antarctic Survey y toda la propaganda que se construyó a su alrededor, no es más que una clara demostración de manipulación de la información que era necesaria para engañar a la prensa y a la población del mundo para impulsar con éxito la prohibición irracional y fraudulenta de los cloro fluoro carbonos, los “malditos CFC”.
El Re-Descubrimiento del Agujero
A pesar de todos los documentos científicos contenidos en la librería de la atmósfera superior y también de que la palabra ‘agujero’ apareció en 1926 y ya se usaba con frecuencia desde fines de los años 50, el discurso mediático cuenta que al agujero lo “descubrieron” en 1985. Las más altas autoridades políticas, científicas y mediáticas se tragaron el cuento y aceptaron esta falsificación de la historia.
(http://www.mitosyfraudes.org/images-21/ozono-2.jpg)
Figura 3: Facsímile de la página 5 del artículo de R. Penndorf de 1950 donde se muestra la brusca y profunda variación del nivel de ozono sobre Tromso, Noruega, y la mención de la aparición de “agujeros” (holes) en la región de la estratosfera.
Las conclusiones de Penndorf son las siguientes:
1) La variación anual no sigue una línea sinusoide simple.
2) Un disminución constante ocurre desde Marzo (0.34 cm O3) hasta Septiembre (0.2 cm O3) haciéndose más o menos constante hasta el principio de Diciembre.
3) Durante la noche polar (desde Diciembre hasta el 19 de Enero) ocurren “agujeros” es decir, la cantidad de ozono cae a 0.15 cm para pentadas. Algunas observaciones indican valores tan bajos como hasta 0.05 cm jamás medidos en otras latitudes.
4) Un aumento del 100% tipo “erupción” ocurre desde la mitad hasta el final de Enero.
Estudiar la historia resulta muy útil porque permite llegar más cerca de la verdad.
yo la química: poca y hace tiempo, pero quería comentar una cosa,
por lo que me ha parecido entender, el dimero tiene unos enlaces "electrotérmicos", por lo que la tª podría influir de una manera determinante en el tipo de reacción que se hace en cada momento, ya que comentáis que energéticamente ambas son factibles,
(sin mencionar la dependencia de la Tª, y concentraciones, en las reacciones Cl+Cl202 y O3+Cl2O2)
Abstract. In-situ measurements of ClO and its dimer carried out during the SOLVE II/VINTERSOL-EUPLEX and ENVISAT Validation campaigns in the Arctic winter 2003 suggest that the thermal equilibrium between the dimer formation and dissociation is shifted significantly towards the monomer compared to the current JPL 2002 recommendation. Detailed analysis of observations made in thermal equilibrium allowed to re-evaluate the magnitude and temperature dependence of the equilibrium constant. A fit of the JPL format for equilibrium constants yields KEQ=3.61x10-27exp(8167/T), but to reconcile the observations made at low temperatures with the existing laboratory studies at room temperature, a modified equation, KEQ=5.47x10-25(T/300)-2.29exp(6969/T), is required. This format can be rationalised by a strong temperature dependence of the reaction enthalpy possibly induced by Cl2O2 isomerism effects. At stratospheric temperatures, both equations are practically equivalent. Using the equilibrium constant reported here rather than the JPL 2002 recommendation in atmospheric models does not have a large impact on simulated ozone loss. Solely at large zenith angles after sunrise, a small decrease of the ozone loss rate due to the ClO dimer cycle and an increase due to the ClO-BrO cycle (attributed to the enhanced equilibrium ClO concentrations) is observed, the net effect being a slightly stronger ozone loss rate.
A re-evaluation of the ClO/Cl2O2 equilibrium constant based on stratospheric in-situ observations (http://www.atmos-chem-phys.org/5/693/2005/acp-5-693-2005.html)
añado un enlace con bibliografía de M J Molina: https://www.researchgate.net/author/M+J+Molina (https://www.researchgate.net/author/M+J+Molina)
y otro sobre la reacción:
(https://foro.tiempo.com/imagenes/imagen-no-existe.png)
High level ab initio electronic structure calculations at the coupled cluster level with a correction for triples (CCSD(T)) extrapolated to the complete basis set limit have been made for the thermodynamics of the Cl2O2 isomers: ClClO2, ClOOCl, and ClOClO. The ClClO2 isomer is predicted to be the most stable isomer and is more stable than ClOOCl by 3.1 kcal/mol at 298 K. The ClOClO isomer is less stable than ClOOCl by 8.3 kcal/mol at 298 K. The weakest bond in ClClO2 is the Cl−Cl bond with a bond dissociation energy (BDE) of 24.4 kcal/mol, and the smallest BDE in ClOOCl is the O−O bond with a value of 18.0 kcal/mol. The smallest BDE in ClOClO is for the central O−Cl bond with a BDE of 9.7 kcal/mol. Electronic transitions were calculated with the equations of motion EOM-CCSD method. The calculations clearly demonstrate that singlet states of ClClO2 absorb to longer wavelengths in the visible than do the singlet states of ClOOCl as does ClOClO.
ClClO2 Is the Most Stable Isomer of Cl2O2. Accurate Coupled Cluster Energetics and Electronic Spectra of Cl2O2 Isomers (http://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/jp806220r)
añado también la referencia el artículo de Jim J. Lin, que deja las cosas un poco más claras al respecto,
Recently, discrepancies in laboratory measurements of chlorine peroxide (ClOOCl) absorption cross sections have cast doubt on the validity of current photochemical models for stratospheric ozone degradation. Whereas previous ClOOCl absorption measurements all suffered from uncertainties due to absorption by impurities, we demonstrate here a method that uses mass-selected detection to circumvent such interference. The cross sections of ClOOCl were determined at two critical wavelengths (351 and 308 nanometers). Our results are sufficient to resolve the controversial issue originating from the ClOOCl laboratory cross sections and suggest that the highest laboratory estimates for atmospheric photolysis rates of ClOOCl, which best explain the field measurements via current chemical models, are reasonable.
UV Absorption Cross Sections of ClOOCl Are Consistent with Ozone Degradation Models (http://www.sciencemag.org/cgi/content/abstract/324/5928/781)
Joint Appointment Associate Research Fellow of the Institute of Atomic and Molecular Sciences, Academia Sinica (IAMS) and the Department of Applied Chemistry, National Chiao Tung University Dr. Jim J. Lin and his colleagues including Dr. Yuan-Tseh Lee, former President of Academia Sinica, have made precise measurements of chlorine peroxide (ClOOCl), calming recent international debate on exactly how humans are depleting the ozone layer. Their results were published in Science on May 8.
Since the discovery of the ozone hole back in 1985, intense attention has been paid to the issue of ozone depletion. Until recently, scientists believed that the chemical processes responsible for the formation of the ozone hole were reasonably well understood. However, laboratory data on the ultraviolet absorption spectrum of chlorine peroxide published in 2007 by Dr. F. D. Pope and coworkers from the Jet Propulsion Laboratory at the California Institute of Technology cast doubt on that understanding. Pope et al. measured chlorine peroxide absorption cross sections that were about ten times smaller than previously accepted values, meaning that it would be impossible to produce enough chlorine atoms to explain the observed ozone loss via any known chemical mechanisms. As a result of Dr. Pope’s data, in 2007, top scientific journals Nature [Nature, 449, 382 (Sep. 2007)] and Science [Science, 318, 1878 (Dec. 2007)] reported concerns about the validity of current scientific models for the ozone hole formation.
This week in Science, Dr. Jim J. Lin and his colleagues have published data suggesting the observed ozone depletion can after all be well explained by traditional scientific models of ozone depletion.
The chemical under debate, ClOOCl, is formed in the atmosphere due to human emissions of chlorofluorocarbons, major ingredients in refrigerants and propellants. In the presence of sunlight, Cl atoms are formed from photolysis of ClOOCl; Cl atoms react with ozone (O3) to form O2 and ClO, ClO can then dimerize to form ClOOCl again, thus catalytically converting O3 to O2. The larger the absorption cross section of chlorine peroxide, the faster chlorine peroxide absorbs sunlight, then the faster the chlorine atoms are generated, and thus the faster the ozone is destroyed.
Dr. Lin and his colleagues at IAMS designed an elegant experiment using a chlorine peroxide molecular beam, and determined the photodissociation probability (the probability of the chlorine peroxide being split into chlorine atoms and oxygen by light) by measuring the decrease in beam intensity after laser irradiation. By precisely measuring the ratio of the molecules before and after laser irradiation, they were able to quantify the absorption cross section without knowing the absolute concentration. Using currently accepted kinetic models, their new results can well explain the ozone-hole formation as well as the partition of ClO/ClOOCl from field measurements, indicating that the current atmospheric models are in fact still valid.
With prior experiences with molecular beams, the IAMS group was able to get exciting results within a short period of time. The results set new and stringent constraints for atmospheric chemistry allowing scientists in the future to investigate more deeply and more accurately on the Ozone Hole Chemistry.
The ozone in the stratosphere (commonly known as the Ozone Layer) absorbs ultraviolet radiation from sunlight and thus protects the earth. Over the last 25 years there has been increasing concern over the disappearance of ozone and its effects on the earth. In 1989 an international treaty, the Montreal Protocol, was enacted to phase out the production of substances thought to be depleting ozone. In 1995, the Nobel Prize in Chemistry was awarded to three scientists for their contributions to understanding the formation and decomposition of ozone further highlighting the international importance of the issue.
The article is entitled “UV Absorption Cross Sections of ClOOCl Are Consistent with Ozone Degradation Models”. The full list of authors is: Mr. Hsueh-Ying Chen, Mr. Chien-Yu Lien, Mr. Wei-Yen Lin, Dr. Yuan T. Lee and Dr. Jim J. Lin all of the Institute of Atomic and Molecular Sciences.
Precise Measurements of Ozone-Destroying Molecule Calm Debate on How the Ozone Layer is Depleted by Human Activities (http://www.sinica.edu.tw/manage/sinicaNews/showpost.php?rid=2281)
Otro enlace sobre el estudio de Lin, en portugués, explica un poco el tema (no lo he encontrado en castellano)
Conflito científico sobre camada de ozônio é resolvido (http://www.ecoeacao.com.br/index.php?option=com_content&task=view&id=10294&Itemid=1)