Diez mil bomberos no impiden que el incendio de California llegue a México
El fuego ha carbonizado ya más de 200.000 hectáreas, 1.200 casas y a 17 personas
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Llevo 30 años en el Cuerpo y nunca he visto nada parecido a esto», dijo horrorizado el jefe de bomberos de San Diego. De hecho, hay que remitirse a 1932 para encontrar otro incendio tan devastador como el actual en la historia de California, que hasta ayer había carbonizado 207.000 hectáreas.
Las condiciones ambientales se habían puesto por fin de parte de los 10.000 bomberos que luchaban sin descanso para contener el fuego, pero ni eso lograba impedir que las llamas siguieran extendiéndose de árbol en árbol. «Es el peor escenario posible», comentó igual de horrorizado el supervisor del parque Nacional de San Bernardino. «No se podía escribir nada peor. Si se pudiera soñar con una película de horror no sería tan malo como esto», insistió Gene Zimmerman.
Sólo en San Diego el frente a cubrir era ayer de 72 kilómetros de largo, después de que las llamas hubieran avanzado en las primeras 36 horas a una velocidad de 2.500 hectáreas por hora. La ciudad misma había perdido más de 12.000 hectáreas urbanas, donde manzanas enteras de casas habían sucumbido bajo las llamas.
Apoyo de otros estados
El fuego ha traspasado la frontera con México, donde ayer se cobró dos de las 17 víctimas mortales que ha dejado hasta el momento los diez incendios. Otras dos personas se encuentran en estado crítico, con más del 55% del cuerpo quemado.
Los estados colindantes de Nevada y Arizona han enviado a todos sus equipos antiincendios no sólo para reforzar la lucha sino para permitir un respiro a los agotados bomberos, que no dan a basto.
Era, sin embargo, la tecnología aérea la que más ayuda proporcionaba ayer. Ocho aviones antiincendios E-130, con capacidad para verter más de un millón de litros de agua en cinco segundos, y otros 8 helicópteros UH-60 constituían la mayor aportación a lo que el jefe de los servicios forestales Rich Hawkins calificaba de «una auténtica guerra».
Salu2,
Pedro.