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DIARIO DE IBIZA 4 de septiembre de 2003
Una tromba de agua colapsa Eivissa Un espectacular aguacero dejó ayer hasta 80 litros por metros cuadrado en Vila en tan sólo una hora Los bomberos realizaron 22 salidas desde las dos de la tarde para achicar bajos de locales, viviendas y almacenes La gota fría provocó en apenas una hora el colapso de las carreteras y las rotondas de la isla. Ses Figueretes y la parte del Ensanche, donde aún no se ha realizado la separación de los pluviales fueron las zonas más afectadas de Vila. El aeropuerto se anegó por completo y en Santa Eulària hubo que achicar un hotel.
Una potente tromba de agua alcanzó en el mediodía de ayer las Pitiüses y descargó entre
70 y 90 litros por metro cuadrado en diversos puntos de Eivissa y en apenas dos horas, informó el Instituto Nacional de Meteorología. El agua colapsó la ciudad y las carreteras, sobre todo la zona del aeropuerto cuyas instalaciones y accesos se inundaron, y a Vila, donde algunas calles se convirtieron en ríos y los bomberos realizaron una veintena de salidas para achicar aguas de decenas de locales comerciales, viviendas y bajos, según informó el Parque Insular.
Hacia la una y media del mediodía y después de una noche tormentosa, el cielo volvió a oscurecerse y las precipitaciones no se hicieron esperar. Si durante las 24 horas anteriores se recogieron
82 litros por metro cuadrado en Santa Eulària,
79 litros por metro cuadrado en Sant Joan,
72 litros por metro cuadrado en Sant Antoni y
36 en el aeropuerto, la situación cambió en unos minutos: en la terminal cayeron
74 litros por metro cuadrado en 90 minutos, dos litros más que en Sant Antoni durante todo el día anterior. En las salinas de Sant Jordi recogieron hasta
92 litros por metro cuadrado.
Además, en Vila se superaron los
80 litros por metro cuadrado en apenas 60 minutos, según datos municipales facilitados por Aqualia. Los bomberos realizaron 22 salidas desde las dos menos cuarto del mediodía hasta las seis y media de la tarde, cuando aún achicaban agua en la calle Port de la Savina (ses Figueretes). Fue este barrio, junto a es Viver, uno de los que más notó las fuertes precipitaciones. En una vivienda situada en unos bajos, el agua alcanzó los dos metros de altura, causando graves daños materiales y desperfectos.
Mientras los peatones caminaban descalzos o totalmente empapados, algunos adolescentes aprovecharon la oportunidad para disfrutar de una improvisada atracción, y subidos a grandes flotadores se lanzaban a través de las calles en plan Port Aventura. Nunca llueve a gusto de todos.
Además, los bomberos tuvieron que retirar un árbol caído frente a la antigua sede de la Delegación del Gobierno, en la avenida Isidor Macabich. Los bomberos se organizaron en tres grupos. Mientras el primero supervisó la zona de es Pratet, la Marina y Vara de Rey, una segunda dotación trabajó en el centro de la ciudad. Por último, otra 'patrulla´ del Parque Insular se ocupó de la zona de ses Figueretes, es Viver y Platja d´en Bossa. Siete bomberos estuvieron en todo momento a pie de calle mientras otros cinco permanecían en el Parque Insular para cubrir el resto de emergencias.
También en Vila, las escaleras interiores de los juzgados de Eivissa se convirtieron en auténticas cataratas “dignas del mismísimo Iguazú”, según denunciaron funcionarios del Ministerio de Justicia, hartos de las deficientes instalaciones en las que llevan a cabo su labor. La Policía Local tuvo que acordonar diversos inmuebles en la avenida Isidor Macabich y en la calle Carlos V ya que hubo desprendimientos de azulejos y cornisas, respectivamente.