Comienza la semana con una vaguada cruzando las islas de W a E que mantiene en capas bajas el riesgo de precipitaciones. A esta hora de la mañana destaca los 7 mm en el NW de la Palma y N de Lanzarote. Un frente en descomposición rebasa a esta hora Madeira llegando a Canarias -lo poco que quede de el- a partir de la próxima madrugada dejando precipitaciones entre débiles y moderadas. El jueves el extremo debilitado de otro frente dejarà algunas lluvias màs y a partir de aqui se cierra el grifo. El domingo las altas presiones se introducen en el continente africano enviàndonos un flujo de la componente E y SE.
Efémerides:
Ahora que tanto se habla de ciclones tropicales, hoy es el 45 aniversario de la tormenta tropical ST2 que castigó duramente Canarias en su tránsiito a ciclón extratropical los días 14 y 15/12/1975, domingo y lunes. Una época en la que no había Internet, ni móviles, ni siquiera mágenes satelitales en la información del tiempo de la mano de los magnìficos meteoròlogos D Mariano Medina y Martìn Rubio en un solo canal de tv en blanco y negro.
A comienzos de aquella semana llegaban ecos lejanos de "tambores de guerra": un descomunal chorro en capas altas superior a 250 km/h sobrevolaba las islas en un ambiente de bonanza con cielos poco nubosos, temperaturas agradables, vientos flojos a moderados del NE y buena visibilidad. Este indicio precursor abrigaba la sospecha de un temporal importante en días venideros mientras la semana iba transcurriendo sin cambios significafivos.
En la madrugada del sàbado dia 13, un reforzamiento del anticiclón sobre las islas con una sùbida del barómetro de seis milibares (sumado el mínimo de la marea barométrica) unido a un moderado flujo de la componente E, echaba por tierra tales sospechas. Paradójicamente y para sorpresa del que suscribe, a media mañana de aquel sábado, la presión barométrica comenzò a descender rapidamente con una caìda de siete milibares a las 12 horas, a la par el cielo se tornó plomizo de nubes medias y altas que desprendía una lluvia persistente en forma de gruesos goterones por espacio de dos horas. Una rolada del viento al W con un ligero soplo se hizo notar que pronto cesó. En Izaña se midieron 14 mm. Al oscurecer, en la capa inferior del tupido manto de nubes medias y altas, se observa algunas nubes oscuras de aspecto tempestuoso sobre la base de unos 2.800 m de altitud arrastradas por un fortísimo chorro del NW que a estima superaba los 100 km/h. En superficie la calma era total y algunos claros dejaban asomar una luna llena en las primera horas de una plácida noche.
La mañana del domingo transcurriò con la misma tónica de la tarde y noche del dia anterior. A partir de las 14 horas comienza abrirse grandes claros a la par que iba apareciendo y creciendo en número nubes altocúmulos lenticulares que dieron una insólita estampa al cielo. La caída del barómetro se acentuó: la llegada del temporal era inminente. Sobre las 17 horas, bolsas de aire caliente de dirección variable, precedieron a un súbito y brioso SW que iría aumentando de fuerza desmesurada con el paso de las horas. Entre las 21:30 y las 02 horas del lunes 15 fue un auténtico infierno, mucha gente lo vivieron angustiadas. Las embestidas huracanadas dejaron un rastro de múltiples daños materiales de consideraciòn, fundamentalmente en cultivos de plátanos, en la masa arbórea, en el tendido elèctrico que originaron largos pagones de luz, etc. Afortunadamente no hubo que lamentar desgracias personales.
Con el despuntar del sol, la fuerza del viento había disminuido considerablemente. Después de mediodia y con viento en calma, hizo aparición una lluvia mansa y persistente acompañada de numerosos bancos de niebla que se extendió toda la tarde. En las medianias de Guía y Gáldar se recogieron más de 40 mm.
En Santa Cruz de Tenerife se registró una racha máxima de 162 km/h y 222 km/h en el observatorio de Izaña. La caída total de la presión atmosférica fue de 26 mb en 35 horas. En la tarde del domingo hubo descensos de 1 mb en 15 minutos.
En la estela de daños se observaron algunos casos curiosos de difícil explicación. Por ejemplo, en dos parcelas de plátanos a campo abierto situadas al mismo nivel, separadas por unos cuarenta metros y sin obstáculos que frene el viento, una fue arrasada completamente y la otra solo un treinta por ciento de su plantación.
Hace unos años la prensa Canaria publicó que un laboratorio de las islas investigaba el por qué el viento puede hacer más daño en un punto más que en otro cuando en apariencia debería ser el mismo.
Saludos.