Todavía permanece inestable la atmósfera y es posible que con el calentamiento diurno, se pueda producir alguna precipitación local en forma de chubasco.
Las altas presiones se adueñan de las islas, pero es probable que a partir del miércoles de la semana entrante, una nueva borrasca atlántica toque las islas por su extremo sur, inestabilizando de nuevo la atmósfera.
Datos a las 08:45h:
T: 20.4ºC,
Tva: 18.26
Hr: 76%
Pr: 16.1ºC
A finales de la primera decena de octubre de 1953, una borrasca activa poco profunda generó vientos fuertes y lluvias torrenciales que causaron diversos daños materiales en Tenerife y Gran Canaria, con registros superiores a los 150mm tanto en el norte, centro y sur de ambas islas; recibiendo el Teide su primera nevada de la temporada.
A media mañana del día anterior al temporal, en un ambiente tropicalizado, mi abuela materna, que poseía cierto don para descifrar el lenguaje de las nubes, estaba tendiendo la ropa y fijando la vista al poniente, le comento a mi padre: “Ves esas hermosas y colosales nubes frente a Tenerife, me dicen que va a llover y en abundancia”. En la madrugada del día siguiente un recio y calido viento del Sur y Sw, sopló con fuerza hasta cerca del amanecer hasta el punto que de la huerta de mi casa se recogieron seis canastos grandes de aguacates que había tirado el fuerte viento. Con los primeros claros del día, de un cielo plomizo cayó una tromba de agua que en poco menos de una hora superó los 100 mm, anegando las pocetas de los plantíos de plátanos y haciendo correr los barrancos en abundancia causando daños en carreteras y fincas por desbordamientos.
Saludos