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Huelva capital:
Un nuevo temporal barre la provincia de Huelva
La lluvia bloquea la capital Onubense y provoca inundaciones en las localidades de la Costa de la provincia de Huelva
Huelvainformacion. Un nuevo temporal de lluvia volvió a causar ayer graves daños en los pueblos de la comarca de la Costa y en la capital onubense. Las tormentas que se sucedieron entre la madrugada y hasta el medio día provocaron, sobre todo, cortes de carretera, de la vía de tren Huelva-Zafra, cortes de luz y el desbordamiento de una presa en Cartaya que hizo pasar momentos tensos a una familia que vive en una finca en el campo.
Los servicios de emergencias se emplearon a fondo durante toda la mañana con continuas salidas y desbordados ante las continuas llamadas que requerían ayuda para achicar el agua que subía con rapidez en viviendas, establecimientos y dejaba bloqueadas algunas vías como carreteras y calles.
Los momentos más tensos, si cabe, se vivieron ayer en Cartaya precisamente por el colapso de los servicios de emergencias. Cinco miembros una familia, una mujer de avanzada edad, dos varones de mediana edad y dos más jóvenes quedaron atrapados en la azotea de la casa que habitan en una finca de Cartaya, concretamente en la zona conocida como 'El Legrete', donde se refugiaron ante el temor de la crecida.
En el Parque de Bomberos de El Portil se recibió, pasadas las 11.00 horas, el primer aviso del riesgo que corría la familia. En principio, los bomberos acudieron con un camión de salvamento y un vehículo de primera salida pero una vez allí y tras comprobar que el nivel del agua se aproximaba al metro y medio de altura en el interior de la vivienda, requirieron los servicios de una lancha neumática al objeto de rescatar a los miembros de la familia atrapados en su interior.
Al parecer, y según destacó Joaquín Marfil, jefe de dicho parque de bomberos, los hechos se derivaron de la rotura de una represa en el arroyo de Tariquejos, muy crecido en aquellos momentos y cuyo cauce transcurre a unos escasos 100 metros de la casa siniestrada, lo cual provocó el desbordamiento inmediato del mismo y la llegada de las aguas a la casa, colándose por las ventanas y alcanzando un nivel incluso superior al que había en el exterior de la misma. Los hechos se vieron agravados por encontrarse en esos momentos subiendo la marea, lo cual hizo que el arroyo no evacuara sus aguas al Río Piedras de forma rápida.
No obstante Marfil dijo que la situación siempre estuvo controlada y finalmente no hubo que usar la lancha neumática. Lo que sí fue necesario fue el bombeo, en primer lugar, del agua acumulada en el interior de la casa hasta que el nivel de la misma se equilibró con el del exterior, y en segundo lugar, el de la parcela circundante hacia el arroyo, una vez bajó el nivel del mismo.
Por otra parte, el rescate de la mujer de avanzada edad del interior de la casa no se produjo hasta pasadas las 13.00 horas ya que ésta, en un principio, se negó a abandonar su hogar y además, según los bomberos, ya se encontraba fuera de peligro. En este sentido, y pese a que los daños materiales, tanto en el interior de la vivienda siniestrada, como en la parcela donde ésta se encuentra y en el resto de fincas del entorno han sido elevados, los bomberos resaltaron, sobre todo, la total ausencia de daños personales a los vecinos de las mismas.
Los efectivos de Ayamonte registraron varias salidas por problemas diversos ocasionados por las intensas lluvias. Sin embargo cabe destacar el susto que sufrieron Manuel Fondón y su mujer cuando sobre las 8.30 horas cayó un rayo en la torreta de su vivienda en la calle Ramón y Cajal en el barrio del Salón de Santa Gadea.
El rayo incendió la torreta de la vivienda sin que el fuego se extendiera, aunque dejó calcinada dicha torreta, los enseres, cristales rotos y numerosos estruendos por la caída de partes del techo de escayola. Pero lo peor fue que la mujer se encontraba en ese momento en la ducha y sufrió una descarga eléctrica que le provocó un ataque de ansiedad por lo que tuvo que ser atendida en el centro de salud.
Afortunadamente, Manuel Fondón comentó que todo se quedó en un susto gracias a la colaboración de los servicios de emergencias y los trabajadores de la empresa Rafael Morales que acudieron en su ayuda. En pleno centro de Ayamonte hubo mucha agua en diversas calles como la de Capilla del Monte o Río Miño con sumideros atascados.
También en Isla Cristina se desató la alarma entre los habitantes de varias zonas. Numerosas viviendas y garajes se vieron afectados por inundaciones, mientras una gran parte de las calles y avenidas de la ciudad se transformaban en intransitables. Las zonas más afectadas dentro del casco urbano fueron la avenida Parque y la Ronda Norte, así como sus aledaños.
Los accesos a Isla Cristina sufrieron cortes intermitentes, viéndose afectada principalmente la carretera que comunica Isla Cristina con Islantilla, precisamente en esta vía, a la altura del cementerio, una persona tuvo que ser rescatada por efectivos de la Policía Local y Protección Civil del interior de su vehículo. El coche se averió en el momento en que cruzaba un tramo de la carretera que se encontraba anegado.
Establecimientos hoteleros de Islantilla y Urbasur también se vieron afectados por las inundaciones en sótanos y zonas bajas de algunos de estos establecimientos. Tanto efectivos de la Policía Local, Protección Civil y efectivos del Parque de Bomberos de la Costa tuvieron que reforzar sus esfuerzos durante varias horas para poder paliar la situación, ya que fueron muy numerosas las actuaciones que tuvieron que llevar a cabo. La normalidad comenzó a restablecerse sobre la una de la tarde, una vez que cesó la lluvia.
Por la mañana quedaron cortadas varias carreteras de Cartaya, San Bartolomé, Isla, Lepe, Gibraleón, Zufre, Villanueva de los Castillejos que se reabrieron a media tarde.
Un saludo
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