Algo que no deja de ser objetivo, y es bastante significativo, dado que se necesita de la combinación de frío y precipitación, es la presencia o no de nieve en las montañas.
Por ejemplo, en el interior, la Sierra de Guadarrama, da pena verla a mediados de diciembre en la última década, muy pocas veces se ha podido esquiar en Navidad, ni que decir tiene en el puente de la Constitución. Algo similar ocurre con la Cantábrica o la Ibérica.
Y alguna otra vez lo he comentado (pido clemencia al Santo Oficio por no aportar ningún número al respecto), tengo la impresión de que la zona que posiblemente más está sufriendo esto del veroño, es el cuadrante noroeste, sobre todo meseta norte, y también zona centro. Supongo que se puede deber a la ausencia de los típicos frentes fríos barriendo desde Galicia, gracias a la persistencia del anticiclón y su tendencia a estirarse hacia el Cantábrico.