Lamentablemente, no puedo compartir con vosotros la afición por los perros.
Reconozco cuando son bonitos, cómo el de Nubesyclaros, y las virtudes que tienen, pero normalmente me causan más problemas que beneficios, primero, por sus excrementos en las aceras (sí, la culpa es de los dueños), segundo, porque no sé que tienen contra mí que me ladran bastante, una vez un pastor alemán me hizo subirme a un contenedor de un salto, yo sólo pasaba por la acera.
Además, en mi nuevo piso ya tengo unos vecinos con perro, que lo dejan al pobre animal en el balcón y éste se harta de ladrar y llorar, además, otros de dos balcones más allá tienen otro perro, y cuando coinciden ambos en los balcones, la lían.
Sinceramente, creo que los perros no deberían vivir en pisos, o por lo menos los perros grandes no.