Las previsiones de los modelos hasta +7 días indican lo que indican y así lo hemos comentado en este foro; no dá más de sí.
Pero hay algo que me ha llamado la atención en los últimos días, y han sido las declaraciones de la portavoz de Aemet, que han reproducido en el espacio del tiempo de la 1, relacionadas con las teleconexiones.
Según han comentado, el fenómeno del Niño podría ser el causante del Calentamiento Súbito Estratosférico, que está en marcha ya sobre la vertical de Siberia e irá a más las próximas jornadas.
Como consecuencia de esto en el mes de enero podríamos entrar en fase negativa de la NAO.
Como he venido comentado aquí días atrás, si el CSE evoluciona como ahora se prevé por GFS, es muy probable que se reviertan los vientos zonales en la alta estratosfera y se vayan propagando los cambios hacia la baja estratosfera.
Esto lo podremos ir monitorizando.
De rebotar el calentamiento hacia la troposfera lo más probable es que se formen Altas polares y el chorro baje de latitud, con lo cual efectivamente podríamos tender a fase negativa de AO y NAO para después de Reyes.
Pero ¿qué tiene que ver El Niño en todo esto?
El Índice Oceánico de El Niño (ONI en inglés) es el estándar que la NOAA utiliza para identificar eventos cálidos (El Niño) y fríos (La Niña) en el océano Pacífico tropical. Se calcula como la media móvil de tres meses de las anomalías de la temperatura superficial del mar para la región El Niño 3.4 (es decir, la franja comprendida entre 5°N-5°S y 120°-170°W).
La identificación de episodios extraordinarios, extremadamente cálidos (anomalías positivas, El Niño) o extremadamente fríos (anomalías negativas, La Niña), se dá cuando el valor del ONI supera el umbral de +0.5°C para El Niño o es inferior a -0.5°C para La Niña, durante por lo menos cinco períodos consecutivos.
Por ahora para el trimestre Sep./Oct./Nov. han calculado +0,7.
(Adjunto las anomalías para la temperatura superficial del mar en las 4 regiones del Niño durante lo que llevamos de 2018).
Por tanto lleva camino de ser un Niño similar al de 2009/2010, importante, pero lejos de los de las temporadas 1997/1998 y 2015/2016, ambos históricos.
He buscado en los archivos de modelos los calentamientos estratosféricos que se dieron en diciembre de 1997 y diciembre de 2015, y fueron mucho más suaves que el previsto para este diciembre 2018.
Por tanto no veo la conexión entre un Niño intenso y un CSE intenso.
Por otro lado, el patrón de circulación que se dió en los eneros de 1998 y 2016 distó bastante de ser un patrón de borrascas con aire frío en altura atravesando la península y altas presiones alrededor de Islandia, que sería el que asociaríamos a fase NAO negativa.
Si no recuerdo mal fueron inviernos muy cálidos y estables en la Ibérica.
Lo dicho, sé que hay autores que conectan el patrón climático ENSO con los CSE, pero examinando episodios pasados yo no le veo la conexión.
Quizás alguién con más datos pueda explicarlo.
Por ahora, a la espera de la evolución de este CSE que ya ha comenzado y que estoy convencido traerá cambios en el patrón de circulación para enero. En esto estoy de acuerdo con Aemet.
Saludos.