Efectivamente, cambio sustancial de los modelos a peor (lo que aquí algunos denomináis "rebajas"). El cambio se debe a tres factores:
1) Persistencia de las reminiscencias del anticiclón actual en el Mediterráneo Occidental. Va a quedar un mini A de 1030 sobre Italia que será el que impida que la B atlántica nos riegue en todo su esplendor, limitándose a zonas del NW. Antes ese A desaparecía por completo y los frentes podían penetrar más.
2) Subida de latitud del nuevo azoreño. En un primer momento parecía que el chorro lograría aplastar al siguiente azoreño hacia el S-SW, lo que permitía el descuelgue de vaguadas y borrascas desde el NW hacia Galicia, una situación que a mí desde luego me parecía anómala por lo (desgraciadamente) poco frecuentes que son esos descuelgues fríos con esa trayectoria en nuestras latitudes. Al estar el azoreño más alto, se establece una zonal a latitudes más altas que a los dos tercios meridionales de la Península les confiere tiempo seco y soleado.
3) MUY IMPORTANTE: debilitamiento y desaparición sorpresivos del A ruso, que era, como suele ser muchas veces, el que permitía la nortada, ya que bloqueaba la megaborrasca y permitía que anduviera pululando unos cuantos días por Europa Occidental inyectando aire frío del N-NW. Es increíble lo inmóviles que están resultando los A que nos perjudican (azoreño y mediterráneo) y en cambio lo endebles que están siendo los que nos benefician sinópticamente (groenlandés-islandés y ahora el ruso que tan bien nos venía).
Así pues, primero el NW (y solo el NW) se llevará una regada más o menos significativa, y tras el paso de la B, entrada efímera de vientos del NW con lluvias posfrontales sobre todo en el Cantábrico Oriental, refrescamiento pasajero, y luego vuelta a la zonal a latitudes altas con presiones iguales o superiores a los 1020 en los 2/3 meridionales de la península.