El azoreño nos mete el morro durante dos días pero desaparece y deja colarse la borrasca que ya se veía desde hacía días, por el noroeste. Una vez que deja colarse la borrasca atlántica se alarga hacia Islandia para unirse y fusionarse con el escandinavo. La situación, para una ola de frío febreril, hubiera sido de libro pero hay dos factores que le hacen imposible. Uno es que el alargamiento hacia Islandia es inconsistente, y otra que el escandinavo pancea muchísimo hacia el Mar Negro. Aún así una fuerte bolsa fría continental retrogradará hacia Inglaterra antes del panceamiento sur. Esa bolsa fría se entremezclará con la que venga por aquí de Norteamérica vía Atlántico, menos fría pero fría, de tal manera que Inglaterra y Francia verán nieves, y por aquí el viernes por el paso del frente frío atlántico.
La borrasca atlántica recorrerá el oeste portugués regando zonas del oeste aún sin determinar. bajará hacia Canarias instalándose en el Golfo de Cádiz para volver a subir hacia el norte impulsada por las potentes isobaras del sureste por el 1045 escandinavo. Tendremos, por tanto, mucha mezcla de masas. Fría por el norte y noreste por el coletazo de la retrogradación continental. Fría y húmeda por el norte y noroeste por la bolsa atlántica de los restos de la ola fría norteamericana. Templada por los sures que recoja la borrasca en el Golfo gaditano. Y cálidas preprimaverales por los surestes africanos en el sur y sureste.
Puede que el fin de semana una baja, debido al efecto látigo del frente atlántico muy meandrizado por la borrasca hacia el sur, se descuelgue hacia el levante dando algunas lluvias por allí.
Más a largo plazo el azoreño se modeliza muy retirado hacia EEUU con lo que nos podría dejar libre la llegada de algún frente húmedo atlántico algo bajo de latitud.
Lo que me parece bastante interesante es esta tendencia del invierno a que las bajas se reactiven al llegar a las costas ibéricas y no al contrario, la desactivación, que es lo corriente.
En el mapa, isobaras surestes del bloqueo continental.