Hoy tenemos el Atlántico muy potente con una baja pasándonos por el Cantábrico, pequeña pero locuaz. Mañana una baja más profunda y con más apoyo en altura, cuyos frentes cruzarán la península, será la última de esta tanda.
El miércoles una baja más profunda aún, ya que Canadá está en plenitud invernal, se quedará frenada en el Atlántico Norte sin poder pasar al este. Esto es porque una montaña de presiones recién nacida se robustece en Escandinavia.
Cómo nace esta cresta de presión es difícil de interpretar. Por un lado el groenlandés se alarga hacia el Mar del Norte iniciando una subida de presiones en Noruega. Por otro lado la cuña del vector cálido asociado a la cara este de la baja islandesa que se frena, rellena de aire el lugar. ¿Cuál es causa primera?, ¿quizás un aporte más allá de la troposfera?
Aún así, se podría decir que esto no es suficiente como para frenar tan de repente la fuerte inercia de la circulación al este. Un factor a favor de esta ralentización, que es general, apunta a un poderoso 1068 (GFS) surgido al norte de Alaska, no lejos del Polo, que, siendo levógiro, ayuda a continuar con la ruptura del vórtice y por tanto a frenar el movimiento al este en latitudes más sur.
Sabemos que a esas latitudes circumpolares existen vientos del este pero la verdad es que esos vientos más allá de los 60º son demasiado débiles como para clasificarles como dominantes del este. Es más, yo dudo mucho de la clasificación de tales anticiclones sólo como térmicos. Yo diría que nunca pierden las características de dinámicos ya que previamente suelen alimentarse de un pasillo de aire que normalmente deja los coletazos de la meandrización natural del sur. Más bien mantienen un pulso entre estas dos fuerzas, la dinámica y la térmica. Finalmente tampoco son tan diferentes ya que hay térmica en el dinamismo y hay dinámica en lo térmico, y precisamente en este pulso suelen estar algunas claves del comportamiento de los anticiclones de alta latitud que tanto influyen en la meteo en invierno.
Bien, el tema es debatible, pero el caso es que la última baja islandesa de esta serie no vendrá a Europa norte con lo cual esta se queda a merced de irrupciones noreste y aquí dorsal pasajera.
Estamos hablando en corto y medio plazo. Más allá todo está en el aire. El anticiclón polar y el escandinavo forman una larga línea retrógrada desde Siberia a Europa que en Europa occidental está ya muy desgastada y por tanto se curva.
GFS por ahora duda de la estabilidad en el tiempo altas escandinavas.
El europeo le da más estabilidad pero muestra un alargamiento hacia los Balcanes de la línea 1025 que hace que se curve esa línea de frío asiático. Pero sigue mostrando un prometedor desplazamiento al oeste del A norte.
Mañana, compleja situación zonal atlántica.
Va emergiendo un amplio y fuerte A polar al norte de Alaska que ralentizará el paso al este general.
Situación a 126 horas en la que sin apoyo de altas presiones norte la fría zonal continúa campando libremente por el sur.
El europeo mantiene las altas escandinavas con un eje sin inclinación oblicua, que no tiene porqué tenerlo, pero que es con el que contamos en nuestras expectativas ya que es el que en ocasiones nos lanza la línea de frío continental con baja mediterránea asociada.
Todo está aún muy con pinzas.