La primavera invita a saborear la soledad y belleza del monte, escuchar su silencio y oler sus aromas, y sobretodo, saturar el sentido de la vista con todos sus detalles. Me gusta así aprovechar estas mañanas primaverales en que además la temperatura acompaña ya por mi tierra, y como no, inmortalizar todos estos momentos naturales que están ahí, y no puedo dejar escapar. Todas las fotos que siguen están hechas desde la Sierra del Oro, en el interior de Murcia, en su parte del Término Municipal de Cieza.
Comienzo al mismo tiempo que el sol, aliado fiel e infiel del fotógrafo al que es muy difícil domesticar, todos sabemos que es una bestia, y que es mucho más vulnerable a primeras y últimas horas del día, momentos que hay que aprovechar para atacarle; lo vemos enseñando sus dientes en la siguiente foto, sin mostrarse directamente, a través del intrincado relieve de la Vega Media del Segura:
No abandonamos la luz entre los valles y las montañas, vemos ahora el Campo de Ricote en primer término, el extremo occidental de la Sierra del mismo nombre en segundo, y al fondo imponente Sierra Espuña, en su vertiente norte; ambas alineaciones montañosas separadas por el valle del Río Mula:
Los riscos calcáreos de la solana de la Sierra del Oro iluminados por el sol naciente:
Un detalle del omnipresente pino carrasco
(Pinus halepensis) en estas sierras:
El abuelo de la familia, y no es broma, pues se trata de un "árbol padre", terminología empleada en la jerga forestal para llamar a los individuos que no se cortan tras una tala y que serán los encargados de regenerar el bosque, como ocurrió en este caso:
El azul del cielo desde la fresca y oscura vertiente norte de la Sierra del Oro, adornado con tenues cirros:
Detalle del romero:
Al final he terminado rebuscando entre la maleza unos pequeños tesoros naturales visibles aquí sólo a principios de primavera; tras mucho andar mirando al cortejo florístico del pinar, la encontré, la orquídea
Ophrys tenthredinifera. Primero toda la planta:
Y ahora unos detalles florales, su parte más apasionante, desde luego:
Y antes de que empezara ya a calentar demasiado el sol y disponiéndome a coger la tapa del objetivo para cerrar la sesión de hoy, un simpático bichito parecía que quería ser retratado, pues nada, hagámosle caso
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Sinceramente he disfrutado muchísimo de esta mañana primaveral, a veces, hasta a un loco por la meteo, le gusta que haga "buen" tiempo
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Saludos.