Ya a finales del siglo 19 Arrhenius, con un montón de limitantes, y desconociendo otros factores ,vislumbro por primera ves tal posibilidad, y desde los 70s que se maneja esa posibilidad de forma seria.. con las primeras predicciones por modelos etc. Así que no fue algo que se impuso de un año para el otro, que hasta ese momento no tuviera la publicidad o no se le diera la importancia que el tema merecía , es otra cosa diferente.
De Arrhenius no se acordó nadie en política hasta mediados de los 80, que fue cuando se recuperaron sus teorías para contraprogramar las huelgas de los mineros británicos. El calentamiento del planeta y su cambio climático en versión alarmista casi ni aparecieron políticamente hasta 1989 con el discurso de Margaret Thatcher en la ONU el 8 de noviembre de ese año.
Y habría que añadir que a partir de entonces, un tema que se había empleado para atacar las aspiraciones laborales de los mineros del carbón, lo utilizaron los partidos de la izquierda europea que acababa de recibir el impacto de la caída del comunismo, transformandose para sobrevivir de rojos a verdes. Los espacios ocupados por los partidos comunistas fueron ocupados por partidos que "defendían" el planeta.
Por este motivo he hablado antes de
las 10 estrategias de Manipulación Mediática de Chomsky, puesto que el tema del calentamiento ha hecho desviar el interés de los verdaderos problemas de la humanidad.
El punto 2 de estas estrategias (“problema-reacción-solución”) es el más claro exponente de todo el tema del cambio climático creado por una Europa necesitada económicamente y sin materias primas con que poder competir con las grandes potencias. Es decir, se creó un problema:
"el planeta se calienta y la culpa es del ser humano". Los gobiernos "reaccionaron" aplicando impuestos y concediendo subvenciones a empresas que, supuestamente, trabajaban para mejorar el planeta, muchas de ellas con políticos en sus filas, gastos difícilmente justificables sin "el problema". Y la "solución" resulta venir de los mismos que anuncian el "problema", los gobiernos, esta vez ya desde la ONU (IPCC), y que, curiosamente son los beneficiarios de las medidas aplicadas.
Mientras los verdaderos problemas de la humanidad siguen existiendo (en unos países más agudos que en otros): la desigualdad, la violencia gubernamental, las guerras aquí o allí, el hambre o la falta de sistema sanitarios eficaces; el dinero fluye hacía donde ha interesado por parte de los creadores "del problema" supuestamente gravísimo y avivado por el alarmismo injustificado.
Ahora viene Trump, otro manipulador, y quiere hacer fluir el dinero hacía "su problema" y, aunque a muchos nos parezca mentira, muchos americanos han picado su anzuelo.
Es lo mismo pero desde diferente punto de interés.