Enhorabuena, amigo porteño!
Por aquí muchos somos originarios de regiones donde la nieve es también muy cara de ver, así que comprendemos la sensación de vivir por primera vez EN VIVO Y EN DIRECTO una nevada en la puerta de tu casa, de tu barrio, de tu mundo de todos los días.
Yo la recuerdo perfectamente, esa primera vez, en mi ciudad Reus, casi a orillas del templado Mediterráneo: era 1985; tenía yo 20 años. Apenas blanqueó levemente el centro urbano, pero entonces me pareció que de la noche a la mañana una fuerza sobrenatural había transportado mis calles a la Antártida o incluso a otro planeta.
Esperamos el resto de fotos!!!