Más daños por jabalí que por lobo en la reserva regional de caza de los Ancares leoneses .Los servicios de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León pagaban en el año 2003 un total de 22.339 euros repartidos en diversas indemnizaciones por daños producidos por especies cinegéticas pertenecientes a la Reserva Nacional de Caza de Ancares. Mas de década después, esos pagos del erario público por daños de la fauna salvaje a particulares se ha triplicado.
Los últimos datos estadísticos del servicio territorial de Medio Ambiente indican que en el último año pasado se registraron en total 101 solicitud de indemnizaciones por un importe global ya pagado de 69.178,59 euros.
Del total citado, los daños en cultivos agrícolas en la Reserva de Caza de Ancares supusieron un desembolso de 43.400 euros, mientras que los causados por animales de la zona a la ganadería de propiedad particular superaron los 25.700 euros.
La partida más elevada de daños correspondió en esta estadística de la Junta a daños en prados de siega. En total los animales salvajes de la reserva destrozaron 82.620 metros cuadrados, correspondientes a 33 solicitudes. Estos daños en los prados tuvieron que ser indemnizados finalmente con 38.389,58 euros. Le siguen en esta lista de daños por su cuantía los referidos al lobo. En este caso, la Junta tuvo que desembolsar 24.195 euros, con ataques principalmente al vacuno, que en este caso el daño ascendió a 25 cabezas valoradas en 16.800 euros. También afectó a ocho perros, con daños valorados en 4.350 euros, a seis cabezas de ovino, valoradas en 830 euros y a tres caballos por un valor de 2.215 euros. La lista se completa con 101 gallinas valoradas en 1.555 euros.
Los ataques de lobos al ganado suelen crear una gran alarma. El pasado año fue uno de los que más se dieron. Este periódico llegó a publicar que, tan solo en la zona de Fornela, se produjeron una decena de ataques de lobo a ganado en un solo mes. Los ganaderos llegaron a calificar la situación de «insostenible» y han mostrado en más de una ocasión su queja y preocupación porque los daños causados no le son cubiertos en total.
Aunque suele ser el lobo el que más alarma crea cuando se producen y se denuncian daños, curiosamente el que más indemnizaciones ha desencadenado precisamente por los daños que ha ocasionado ha sido el jabalí. Al menos en lo que está controlado perteneciente a la Reserva Nacional de Caza de Ancares leoneses, centrada principalmente en los municipios de Candín, Peranzanes, Balboa, Vega de Espinareda y Villafranca del Bierzo.
En concreto al jabalí se le echa la culpa de los destrozos causados en prados de pastoreo, en prados de siega, en una finca de patatas y en otros dos sembrados, que en la estadística de la Junta lo enmarcan bajo el apartado de «otros». En total, sumados los daños que reclamaban un total de 43 personas o solicitudes, la cuantía indemnizada alcanzó exactamente los 43.005,91 euros. Existe en los datos recopilados por los servicios de Medio Ambiente de la Junta dos casos de daños producidos por el corzo, valorados en 422 euros y ninguno de ciervo ni de ave torcaz. 45 fueron las solicitudes de pago por daños en cultivos agrícolas y 56 en ganadería.
La denominada «Reserva Regional de Caza de Los Ancares Leoneses» está enmarcada oficialmente en el extremo noroccidental de la provincia, lindando con el Principado de Asturias y de Galicia. «La mayor parte de su territorio está formada por las cabeceras de los ríos Céa, Ancares, Burbia y Tejeira, que vierten sus aguas al río Sil, además del arroyo Balouta que cede sus aguas al río Navia», dice la Junta.