Saludos.
Bueno Jesús, tú ya sabes todo lo que me gustan estos cacharros y tenía una gran ilusión por tener un sismógrafo. No me acuerdo donde lo leí (quizá en algún libro de geología) pero desde entonces sé que el Escudo de Cabuérniga es una gigantestca falla que se prolonga desde el Pico Gándara (al W) y en realidad no termina en la Hoz de Santa Lucía (Braña Las Tiesas), si no que se prolonga más hacia el E. La Sierra del Dobra es una continuidad de esta falla, aunque por medio existan valles; lo que pasa es que en estos valles la falla no se aprecia bien.
El caso de Terán de Cabuérniga, desde donde nos escribes, esta justo al final de la ladera de la Sierra, en un valle sedimentario formado por el Rio Saja. Tu ya habrás comprobado que a nada que se remueva la tierra salen enseguida cantos rodados. Pero tranquilo; esa falla, según tengo entendido no es muy activa, aunque sí se mueve.
Ya he dicho que de momento estoy probando el sismógrafo; de momento no ha señalado nada atípico (tenía algunas dudas sobre si el sensor sería capaz de captar las pequeñas vibraciones que se producen al entrar en el lugar donde esta instalado; en ese caso señalaría unos trazos exagerados). De momento no es así, aunque si capta pequeñas oscilaciones, incluso cuando no estás en el cuarto...y esas oscilaciones desde luego no son las pisadas sobre el suelo.
Federico:
Según los detalles e instrucciones que vinieron junto al aparato, parece ser que puede detectar sismos a varios cientos de kilómetros de distancia y a varios cientos de metros bajo tierra. No sé si éso será publicidad, pero si el registrador marca oscilación es por que el sensor se mueve, aunque a simple vista no se aprecie y parezca estar quieto.
Al ser un sismógrafo de tipo vertical (según la disposición del sensor) ya no sirve para registrar sismos que se produzcan a más de 5000 Kms; para esas distancias es mejor una horizontal.
El folleto del aparato dice textualmente:
Teniendo en cuenta que el péndulo puede detectar oscilaciones microscópicas, algunos podrían pensar que instalándolo en una ciudad todas las vibraciones provocadas por el paso de coches, obras en las calles, etc. , se puede señalar que el sismógrafo es totalmente insensible a ésas vibraciones ( y lo es más ajustándole las patillas de aislamiento en la base del sensor para que no tenga contacto con el suelo). Incluso si por debajo de la casa hubiera una línea de Metro, el sismógrafo no lo señalaría como actividad sísmica. Pero por el contrario es capaz de detectar cualquier vibración microsísmica que tenga origen a cientos de kilómetros de donde está instalado.
El porqué dde esto es sencillo: Toda la parte mecánica del sismógrafo, es decir la longitud de las barras que sostienen los contrapesos y la posición en que se colocan éstos, está calculada de modo que el aparato resulta sensible a las frecuencias subsónicas de los fenómenos sísmicos.
El sismógrafo es tan sensible que detecta cualqquier pequeño microterremoto; de hecho incluso la mínima ola es registrada en el papel no como una línea recta, sino con tantas minúsculas oscilaciones que demuestran que la litosfera está continuamente en movimiento.