Hoy es de los días en los que te das cuenta lo grande que es la Meteorología y lo insignificantes que somos los que tratamos de interpretarla. Y también te reconforta cuando aciertas en alguna ocasión.
A priori no había que ser un gran especialista para prever que esta madrugada prometía ser fría, quizás la más fría del otoño. Buen tocho de nieve en el suelo y parece que el viento iba a calmar. Ingredientes imprescindibles para mínimas potentes.
Pero ya al inicio de la noche algo dejaba notar que la noche no iba a ser buena, como así ha sido. Pero para mi sorpresa, una estación que no suele estar entre las más frías, precisamente por culpa del viento, comenzaba a destacarse del resto.
Viendo la mínima que finalmente ha alcanzado Zafrilla Río (-8,4ºC), sin duda hubiera apostado mi mano derecha que en sitios como Vega, Collado y por supuesto Vasequilla se habría roto por mucho la barrera de los -10ºC. Pero no ha sido así.
Esta es la grandeza de la Meteorología, y la miseria de los que intentamos entender estos fenómenos que nos superan. Y hoy inferir mínimas a tenor de lo pasado en Zafrilla era un craso error.
Pero me alegro enormemente que un enclave a tiro de piedra del casco urbano del pueblo, pero con una orografía que siempre me gustó, una pequeña hondonada, donde apenas entra el viento, al final me ha dado la razón. Solo había que esperar a que los chopos perdieran sus hojas y esperar.
Cuando conocí por primera vez Zafrilla y zonas aledañas del Ibérico sur, pensé sin duda que el día de los -30ºC en Calamocha por allí tenía que haberse registrado una mínima inferior. Luego me di cuenta de que estaba equivocado, ya que ni siquiera se bajó de -20ºC, lo que no quiere decir que en otras ocasiones más o menos pretéritas se llegara a romper esa mítica barrera, sobre todo sabiendo que en los últimos 10 años tenemos registros de hasta -28,5ºC.
Es cierto que en sitios como Vasequilla el viento ha machacado la inversión, aunque el anemómetro congelado nos haya hecho creer lo contrario, al igual que en el resto de estaciones. Algo similar ocurrió en Veredilla. Lo que nunca pensaba es que Zafrilla (-8,4ºC) iba a meterle un par de grados a Collado Verde (-6,4ºC) cuando suele ser al contrario, ya que este enclave está muy protegido de la brisa y también se encontraba bien innivado. Y de la misma forma a estaciones como Vega del Codorno (-2,6ºC), Alcalá (-1,9ºC), Cespedosa (-5,0ºC) ó Fortanete-dehesas (-2,0ºC), las dos primeras inversoras clásicas. Es evidente que el enclave elegido tiene toda la culpa.
Todos los días son días de aprender.