Quizá quienes registran esos datos no quieran impresionar al mundo con ellos, quizá una mayoría de quienes los aportan ni siquiera pretenda impresionar a nadie, menos a sí mismos.
¿Has pensado, 1979, que puede haber un poso de romanticismo en su altruismo?
Y aunque algunos, muy pocos, exhiben un nacionalismo climatológico (exento de perniciosidad en cualquier caso), entiendo el resto lo hace como una forma más de fusionarse con sus raíces.
Bien está que no se popularice de más lo extraordinario, porque es entonces cuando deja de serlo.
Aunque quizá el romántico sea yo...