Noticia extraída de Euronews.
San Petersburgo acoge la primera depuradora que ayudará a proteger el delicado ecosistema del Mar Báltico. Inaugurado por los presidentes ruso y finlandés, la primera ministra sueca y la gobernadora de la ciudad, el "Sistema de Depuración del Sudoeste" reducirá en un tercio los vertidos, en un proyecto que ya ha sido aplaudido por las organizaciones ecologistas.
El Báltico es un mar interior que debido a su poca profundidad y amplitud de mareas depura sus aguas muy lentamente. La encargada de apretar el "botón verde" que ha puesto en marcha la planta ha sido la gobernadora de San Petersburgo Valentina Matviyenko. La antigua capital de los zares, con casi 700.000 habitantes era uno de los mayores contaminantes.
El proyecto, con un coste de 130 millones de euros, fue iniciado por la Unión Soviética de Gorbachov y quedó paralizado en 1995. Se retomó en 2003 con la colaboración de Finlandia, Suecia, la Comisión Europea e inversores privados y continuará con la instalación de otra planta en Kaliningrado. Todo para intentar salvar un mar que -literalmente según los expertos- estaba a punto de morir.